Capítulo 45

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Aurora actualidad.

— ¿Tyron? ¿Con quién? — Pregunté tratando de entender.

— Con Zairo. — Respondió Dhalia.

— ¿Zairo? No hay ningún Zairo.

Aún seguía un poco aturdida pero estaba segura que no había nadie llamado así.
Dhalia me guiaba por los pasillos, mientras me explicaba la situación.

— Uno de los idiotas de Shahar.

Si no se tratara de una situación sería me estaría riendo de su confusión.

— ¿Zaril? — Pregunté aún más confundida.— ¿Por qué le pegó?

— No sé, Nilo solo dijo que se le tiró encima y le partió el labio. Aunque Zairo terminó peor.

Ignoré el cambio de nombre.

— Todos sabemos que Ty puede ser muy odioso. Lo que no entiendo es que hizo que el intentará provocarlo.

Con Dhalia nos miramos unos minutos. —Lena.

Ty estaba fuera con una sonrisa enorme, tenía el labio inferior levemente inflamado.

— Hace unas horas estás aquí y ya estás provocando peleas.

— ¿Cómo estás tan segura que yo la provoqué? Él me golpeó primero. — Respondió indignado.

— Soy tu hermana, te conozco. Al menos espero que hayas ganado.

Él sonrió.— Siempre.

Rodeé los ojos.

— No vas a entrar, vas a mirar callado en este lado.

— Aburrida.

Ty, Nilo y Abel podían ver la sala de interrogación pero no estaban presentes.
Dhalia fue la única que entró conmigo, después de mí último encuentro con Aradia no podía confiarme mucho menos con ellos.

Aunque era un misterio quien le había otorgado un arma.

La Resistencia ya no era lo mismo que antes, era evidente que había muchos infiltrados. Algo de lo que me encargaría cuando todos estén conmigo.

Zaril estaba esposado a la mesa, su nariz estaba curada, pero se notaba la gravedad del golpe.
Me acerque y tome su rostro para evaluar su herida.— Supongo que con esto aprendiste a no meterte con mí gente.

— Deberías tener a tus perros controlados. — Odio, eso era lo que sé escuchaba. Jamás había escuchado ese tono en Zaril.

Toqué su nariz, fue un gesto leve con mí dedo índice, pero por la sensibilidad del golpe gruñó de dolor.

— Vas a tener que aprender a respetar a mí hermano. O yo voy a hacer que lo hagas. También puedo dejar que él te rompa la nariz de nuevo, aún no lo decido.

Me para enfrente de él, me apoye en el espejo detrás de mí, cruzada de brazos.

— No sabía que era tu hermano.

— Sería algo idiota de tu parte. Aunque no te creo. Ustedes cuatro saben todo de mí.
¿Excepto sobre mí familia? No lo sé.

— Ya te lo dije, solo sabíamos lo que se veía en la tele. Nada relevante sobre tu vida.

— Estaba encerrada en un puto hospital psiquiátrico y creía que era algo normal. Ya sabes la típica historia de que alguien que me odia me encerró ahí. Ustedes dejaron que yo creyera esa historia.

— ¿Qué esperabas que hiciéramos?

— No sé quizás contarme sobre lo que pasaba afuera en el mundo. ¿Decirme que era una científica reconocida era lo mejor? Quizás pudieron agregar que me conocían, en vez de fingir que solo sabían rumores. Pudieron explicar lo poderosa que era, incluso pudieron hablar de la Resistencia. Datos muy relevantes que todos sabían, menos yo.

Resistencia #2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora