Kaysa nos esperaba afuera, su sonrisa retorcida se hizo más grande al vernos salir. Cuando nos pusimos en posición sus ojos se quedaron en mi, como si no pudiera creer lo que estaba viendo, su sonrisa se borró, su ceño se frunció y retrocedió.
Aproveche esa distracción para rodearla de fuego.
Pánico, eso era lo que veía en su mirada, estaba en shock.
— Estás muerta. — Gritó en mi dirección. — No eres real, estás muerta.
— Bueno al parecer muchos deseaban mi muerte. — Dije sonriendo. — Lamento no darles esa satisfacción.
Ella comenzó a quedarse sin aire, cayó arrodillada tomando su cuello en busca de oxígeno, entonces le di la señal a Zaril. El sol salió, en el mismo instante que se escuchó el disparo, la bala de plata atravesó su corazón y ella se consumió con mi fuego.
Me sentía poderosa, podía sentir como mi fuego desaparecía, no sentía culpa ni dolor, sentía satisfacción.
Un grito hizo que nos pusiéramos alerta las dos que faltaban llegaron y se acercaron al cuerpo de Kaysa.
— Hermana. — Dijo Tyra mientras caía arrodillada, en el fuego.
Lo que no me esperaba es que Rein, apagara mi fuego con una rafaga de viento.
Sus ojos se posaron en mi.
— Tu mataste a mi hermana. — Dijo Rein mientras sus ojos se volvían rojos. — Voy a arrancarte el corazón.
En un movimiento que no pude ver, ella se quedó de pie frente a mí. Me tomó del cuello, asfixiándome. Sam intentó acercarse pero ella lo lanzó contra un árbol. Tyra se puso frente Aradia cortándole el paso hacia mi.
— Querida Aurora, sigues con vida. — Dijo enojada. — No creí los rumores, pero ahora que lo veo. Nunca entendí porque no sientes miedo al mirarnos a los ojos, supongo que jamás lo sabré.
Una de sus garras presiono en mi pecho, me apuñalaba lentamente, pero el dolor era horrible.
Tome sus manos con fuerza y usando toda mi concentración, le queme los brazos, eso hizo que ella retrocediera con dolor.
Mis piernas se debilitaron y caí en el suelo, agitada buscando aire. Tome la daga escondida en mis y se la lance a Tyra, ella gritó de dolor, Aradia pudo salir de su trance asustada.
— ¡No la mires a los ojos! — Grité. — ¡Aradia! Mírame.
Ella se concentró en mí, horrorizada.
— Saca a Sam...
No pude terminar de hablar, Rein me arrojo con una fuerza enorme, mi cuerpo estaba adolorido, había caído cerca de las piedras.
— Matas a una de mis hermanas y hieres a otra. — Dijo tomando mi cara con fuerza. — ¿Quién te crees? Humana asquerosa.
Nahama estaba ayudando a Sam que seguía inconsciente a unos metros, mientras que Aradia luchaba contra Tyra.
Tyra tenía la pierna lastimada y el sol le sacaba fuerza, pero eran demasiado poderosas, Aradia tenía que pelear sin mirar sus ojos, eso era más difícil.
Sabia que Zaril no tenía un tiro limpio, por eso no disparaba, siempre hablamos de que jamás debe revelar su posición, a menos que el tiro fuera certero, era nuestra arma secreta. Si el no disparaba es porque algo impide su visión. Tenía que llevar a Rein o Tyra a un lugar cerca de la ventana.
Con las peleas ellas nos habían traído un poco más adentro del bosque, y aunque se podía ver la casa, unos árboles tapaban nuestra visión.
— Está humana asquerosa incendio a tu hermana. — Dije poniéndome de pie. — Tenías que haber visto la expresión en su cara, estaba tan asustada de verme otra vez, no tuvo tiempo a reaccionar y mi fuego la consumió. Dicen que es una manera horrible de morir, aunque no lo sabremos nunca, ella está muerta y jamás te lo dirá.
Sus ojos se pusieron de un rojo más intenso, su mandíbula se apretó tanto que podía escuchar el ruido de sus dientes chocando.
Retrocedí y ella se acercó con toda su velocidad, pero esta vez pude esquivar, ella quedó de espaldas a mí y logré tirarla con una patada.
Ella estaba enojada, no pensaba, podía ser más rápida que yo, pero sus movimientos eran los mismos, al ser tan predecible podía esquivar sus golpes.
Rein se levantó del suelo, y cuando giró su cabeza le di un golpe en su cara, mis nudillos dolían pero logré que ella sangrara.
Esquivé el siguiente golpe, tuve que tomar una de mis dagas y esperar su siguiente movimiento.
— Sigues siendo la misma Aurora, arrogante y habladora. — Dijo escupiendo sangre.
— Lamento decepcionarte, pero Aurora murió. — Dije para enfrentarla. — Ahora soy Rätsel, la que mató a tu hermana.
— Me vas a pagar por todo, Rätsel. — Dijo con asco al pronunciar mi nombre.
— ¿Viniste a llorar o matarme? — Dije provocándola.
Se acercó en un movimiento rápido quedo detrás de mi, con su daga en mi cuello.
— ¿No pudiste predecir ese movimiento?— Dijo en mi oído. — Supongo que esta vez no estoy donde tu querías.
— Estás justo donde quiero. — Dije con una sonrisa.
Tire mi cabeza hacía atrás logrando desestabilizarla, mientras me tiraba al piso. Mi objetivo era que Zaril tuviera un tiro limpio, no podía pelear y usar mis poderes al mismo tiempo, ella era poderosa y podía contra mis poderes.
El disparo se escuchó, Rein trató de esquivarlo, pero solo pudo correr su rostro unos centímetros, pude ver como la bala traspasaba su hombro.
Ella gritaba de dolor, su hermana se acercó y ayudó a ponerla de pie.
Aradia se paró junto a mí, mientras Nahama y Sam se ponen del otro lado.
Todos estábamos mal heridos y agotados, quizás ellas también pero nos superan en fuerza. Ellas parecían más enojadas que antes.
Quería pensar un plan, algo que les permitiera escapar a los chicos, quizás si las distraía.
— Tenemos que irnos. — Dijo Tyra.
Rein la miró confundida y enojada. — Mató a nuestra hermana.
— Y lo va a pagar. Pero ahora estás herida, el sol nos debilita y puedo sentir a muchos humanos acercándose. Tenemos que vivir hoy para vengarnos mañana.— Dijo Tyra mientras Rein asentí.
Escuchamos el ruido de autos y personas acercándose.

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Resistencia #2
Ciencia Ficción"A veces las respuestas que buscamos, no son las que necesitamos". Después de ver en lo que el mundo se había convertido y los nuevos seres que amenazaban con destruir todo, Aurora comenzaba a pensar que estaba más segura en Shahar. Cada vez que Aur...