capitulo 31

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Luego de que salimos del baño le dije a Mike que tratara de no saltarle encima a Jamie ya que estaba completamente borracho, y que yo hablaría con él luego. Pero me fue muy difícil controlarlo, Mike estaba como loco y solo quería golpear a Jamie hasta dejarlo inconsciente en el suelo.

-Tratare.- Dijo pasando su mano por mi mejilla.

-Por favor.- besé sus labios rápido y regresamos a la multitud.

Cuando llegamos Jamie ya no estaba y me sentí un poco más aliviada. Todas las miradas se posaron en nosotros.

-Están bien?.- Mia vino a nosotros con Joe.

-Sí...creo que es hora de irnos, te veo en casa.- le sonreí a mi amiga.

-No es necesario nena, podemos quedarnos si quieres.-Mike intervino y su rostro me lleno con amor, lo amaba tanto que era casi imposible de controlar los impulsos de besarlo a cada rato.

-Prefiero pasar mi última noche de vacaciones contigo.- le susurré a lo que él sonrió satisfecho.

Sin que pudiéramos despedirnos de nadie me tomó de la mano y me guió a su motocicleta. Partió a toda velocidad a su departamento, podía sentir la placentera electricidad que comenzaba a florecer en mi interior conforme nos acercábamos a su lugar. 

Al llegar Rob nos recibió meneando su cola desesperado y corría tan rápido y sin control que más de una vez chocó con la pared.

Mike retiró su chaqueta y camisa quedando con el torso desnudo.

-Quieres comer algo?.- pregunto entrando a la cocina.- Ese soplapollas, sabía que no era de fiar.- se quejó de Jamie.

Quede embobada con su cuerpo...como siempre y no puedo creer que es mío.

Mordí mi labio inferior cuando lo encontré apoyado en el mesón de la cocina como un modelo de revista tomando un vaso de agua. Sin pensarlo dos veces me abalancé sobre él y lo besé desesperadamente, mi beso lo tomó por sorpresa pero me siguió en un instante. Acarició mi cintura y me separo de él suavemente.

-Tranquila nena.- Sonrió en mis labios.

-Es tu culpa...no te quejes.- dije y volví a besarlo, gruñó en mis labios.

Esta vez tomó mis piernas y de un suave golpe me sentó sobre el mesón quedando él entre mis piernas. Podía sentirlo contra mí mientras movía sus caderas sutilmente, pasé mis manos por su trasero y lo besé justo abajo de su nuez de Adán en el cuello, al parecer eso lo volvió loco y cuando menos me dí cuenta ya nos encontrábamos en su habitación.

Me sacó el vestido y quedé solo en bragas, me observo detenidamente...pero esta vez sería yo quien tuviera el control. Se acercó para besarme, pero con mis manos en su pecho lo detuve y lo empuje suavemente contra la cama. Su se tornó oscura y descontrolada. Me senté a horcajadas sobre él y comencé a besar cada centímetro de su torso, mis caderas comenzaron a moverse sobre él haciendo que gruñera. Quiso subirse sobre mí pero no lo dejé.

-Vamos nena, me estas matando.-dijo entrecortadamente mientras besaba su cuello.

Levantó su caderas chocando contra mí haciéndome sentir un hormigueo en el vientre, un suspiro salio de mis labios.

Besé su estómago hasta llegar al botón de sus jeans, lo miré a los ojos y sonreí, su mirada estaba llena de placer y eso me hacía sentir bien. Me deshice de su ropa y comencé a besarlo nuevamente, bajé mis manos hasta poder sentirlo y me acomodé para mirar su reacción, mis manos comenzaron a acariciarlo y él encorvó su espalda.

El baile y tú mi pasión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora