Capitulo 64

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Mike se dio un par de vueltas bajo las mantas y con un quejido abrió los ojos. Ya son las cinco de la tarde y yo he estado esperando a que despierte para preguntarle que paso anoche y para despedirme.

Hace unos minutos salí de la ducha y ahora me ponía ropa cómoda para alistarme e irme. Me senté al borde de la cama para ponerme mis deportivas y cuando estaba en eso Mike besa mi cuello y se levanta.

-Buenas...tardes.- pienso antes de decir, días.

-Qué hora es?

-Las cinco...que hiciste anoche, llegaste borracho.- mi tono de voz fue molesto.

-Lo siento nena...yo solo, estaba con los chicos y...

-Qué chicos?

-Ya sabes, los conoces.-se encogió de hombros.

En eso, cuando las palabras dejaron sus labios, un sabor amargo me invadió e hizo que un pequeño temor me rebasara. Un escalofrió recorrió mi espalda y un ligero temblor acompaño a mi voz:

-Estaba...Marco?

Debió haber notado mi pánico al decir ese nombre. Desde lo que ocurrió mi mente lo ha bloqueado por completo. Él es el culpable, nadie más que él, y para mi no es nada menos que un asesino y si de mi dependiera ya estaría tras las rejas o muerto. Antes no sentía odio hacia nadie, no me gustaba esa palabra, pero eso es lo que siento por él, odio, nada más que puro y frío odio.

Si Mike estuvo de fiesta con el asesino de nuestro bebé, no sé que es lo que haré. Él sabe que el dolor esta ahí y las heridas también estarán por siempre.

Mike abrió los ojos y tomó de mi brazo para acercarme a él y abrazarme con fuerza. De repente en mi garganta se forma un nudo que intento tragar pero no puedo y comienzo a llorar...otra vez.

Pero esta vez es diferente, ahora siento a Mike junto a mi, ambos estamos unidos y eso me hace fuerte.

-Nunca dejaría que ese bastardo se acercara a ninguno de nosotros, y se lo deje en claro hace tiempo ya, no te preocupes.

Mire a sus ojos levantando mi  cabeza y pude respirar de cerca su aroma que tanto me gusta.

-Lo hiciste?-susurré.

-Si...

Antes de que pudiera contestar por completo a mi pregunta el timbre de la puerta se hace presente:

Me acerco despacio a la puerta y siento un mal presentimiento, tomo la perilla y al abrirla me encuentro con la persona que menos esperaba, y a la que menos quería ver ahora.

-Dónde esta mi hijo?.-Pregunta prepotente.

Escucho los pasos de Mike firmes a mis espaldas. Toma la puerta en sus manos y la abre por completo con brusquedad. 

-Qué haces aquí?.-Estaba listo para saltárle encima. 

-Hijo...

-No me llames hijo!!!

-Mike.-susurré para que se calmara.

Mike respira para bajar los niveles y trata de calmarse.

-Qué quieres?

-Yo...puedo pasar?

-No.

Mike trataba de contenerse pero se que no duraría demasiado.

-Hij...Mike, yo se que te he hecho sufrir y solo quería decir que lo siento mucho.-no podía creer lo que estaba escuchando.- No sabes lo doloroso que es que tu único hijo se casará y tu no estas invitado.

-Solo para eso viniste?? a dar lastima para embriagarte en mi boda?

-No...de verdad no tienes que invitarme, solo quiero que sepas que lo siento...si lo prefieres no vuelvas a hablarme, pero necesito tu perdón. El culparte por la muerte de tu madre es algo que me perseguirá por siempre, solo necesito que entiendas que...no fue tu culpa.

-Que estas haciendo? crees que esto es gracioso? me estas jodiendo antes de la boda, eso es lo que siempre haces, joderme la vida!

-No! Lo siento Mike, no quiero que me odies por siempre, no quiero que me recuerdes por como te trate, yo amaba a tu madre y su muerte me afecto mucho y se que a ti también y siento haberme desquitado contigo, lo siento mucho.

Mike se quedo en silencio un momento y sin decir nada se dio media vuelta y un portazo se escucho desde la habitación.

El padre de Mike quedo devastado ante su reacción y no tuve otra opción que quedarme hasta que él dijera algo, no podía cerrarle la puerta en la cara.

-Dile que me perdone, por favor.

Sin decir otra cosa, se dio media vuelta y se marcho por donde vino.

Corrí a la habitación y abrí la puerta despacio.

Mike se encontraba sentado en el piso con la cabeza entre las manos. Me acerque a él y me arrodille a su lado.

-Estas bien?

Negó con la cabeza y me miro, no estaba llorando pero tenía los ojos rojos.

-Hablaba enserio...no estaba mintiendo lo conozco...pero no puedo creerle, no quiero creerle.

-Mike, tienes mucha rabia ahora...puedes pensar en lo que acaba de pasar después...no tomes decisiones así.

-Le enviare la invitación...


El baile y tú mi pasión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora