Capitulo 59

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-Noah, tráeme los malvaviscos.

Noah corrió por toda la casa buscándolos. Tiene cierta obsesión por ellos y al mencionar que prepararía un postre navideño con malvaviscos se ofreció como "ayudante", entre comillas porque a lo único que se ha dedicado en todas las horas que llevo cocinando es a comer.

-Aquí.- estiro su mano tendiéndome dos paquetes.

Lo mire con el ceño fruncido mientras él trataba de mirar a otro lado.

-Porqué hay sólo...dos paquetes?.- Susurré cabreada.

Noah se giró para mirarme y trato de mirarme con confusión. Sé que se los había comido, compre cinco paquetes porque sabía que se comería mas de la mitad. Pero ahora mismo quiero molestarlo un poco.

-Qué? vaya...no lo sé.- se rasco la nuca.

-Ah no?.- negó.- Estás seguro de eso? porque yo estoy segura de que compre más paquetes.

-No lo sé, tal vez Mike se los embutió, a ese bastardo le encantan.-rió nervioso.

Mike los detesta con su vida, a no ser que estén derretidos.

-Estas seguro de eso?

-Sip.- asintió como un niño pequeño al asegurar que no hizo ninguna travesura.

-Entonces...¿qué es esto?.- acerqué un dedo a la comisura de su boca y quite un poco de azúcar en polvo.

-Emmm...coca?.- dijo con una expresión delatadora.

Comencé a reír sin control, tuve que sostenerme de su brazo para no caer de bruces.

Quién en su sano juicio dice como excusa ese tipo de cosas, a veces pienso que Noah de verdad esta algo...loquito, pero no hay quien me haga reír tanto como él.

-Esta bien yo lo hice...los comí.-dijo rendido y comenzó a reír tanto como yo.

Si mi risa es muy contagiosa.

-Esta bien, eran para ti.- dije tratando de calmarme.

Me dirigí a la cocina mientras envolvía todo con papel aluminio, la cena sería en solo unas horas.

Noah me miró ofendido y se cruzó de brazos.

-Porqué no lo dijiste antes?! tuve que comerlos cada vez que "iba al baño" y déjame decirte que comer en el baño no es muy sanitario.

Reí otra vez.

****

Salí de la ducha y al mirarme en el espejo, pude notar como mi vientre crecía día a día. Lo acaricie y me vestí con un vestido rojo ajustado que hacía notar un poco que estaba embarazada. Peiné mi cabello con ondas y me maquille los ojos delineando los parpados y puse un poco de labial mate rojo en mis labios. Acompañé mi atuendo con unos tacones negros...no muy altos y de taco grueso.

A Mike por otro lado le tuve que rogar para que se pusiera una camisa, aunque se quedo con sus típicos ajustado jeans negros. La camisa que se puso era blanca, dejo unos botones abiertos mostrando su tatuaje y arremango sus mangas hasta los codos.

-Mike!!!!

Mike llegó corriendo a mi lado.

-Qué sucede!!!?.- llego alarmado.

Sonreí.

-Puedes sacar los pavos del horno y ponerlos en la mesa...ahora si que están pesados.

Mike me miro con el ceño fruncido.

-Me estas jodiendo?! me asuste hasta la mierda.

-Lo siento amor.-reí y acaricie su rostro.

La cena comenzó con risas y bromas, comimos todo lo que estaba en la mesa y nos deleitamos con el famoso postre con malvaviscos. Claro que Noah lo disfruto mucho más que todos nosotros. Después de las doce intercambiamos regalos y el que recibió más que todos fue el bebe, todo era unisex y muy hermoso. Mike decidió regalarle una cuna hermosa de madera, claro que le susurró a mi estomago que la trajo papa noel.

Al otro día nos reunimos en la casa de mi madre en un almuerzo y compartimos con todos, claro Sam mi hermanastro trataba de evitar a Mike quien le echaba miraditas intimidantes poniéndolo muy nervioso, solo para tener algo de diversión. 

****

Ya tenía cuatro meses de embarazo, mi estómago era un pequeño bulto en el que Mike se esmeraba para sentir esos casi imperceptibles movimientos bajo mi piel. Pasábamos horas tendidos en el suelo de la sala de estar tratando de notar algo y cuando menos lo esperábamos: ahí estaba, tan sutil como una gota de agua al caer. 

Mañana tenía una hora con mi doctor para saber el sexo del bebé, y todos estábamos ansiosos. Todos me preguntan ¿qué quieres que sea?

La verdad es que no importa, con tal de tenerlo en mis brazos y sentirlo tan sano como una hoja de espinaca, poder protegerlo de las cosas malas junto a Mike y estar siempre ahí para cualquier cosa.

Siempre estaremos ahí para ti bebé.



El baile y tú mi pasión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora