El baile y tú mi pasión.

Capitulo 37

I'll say come on, come on, come on, come on and take it!

take another little piece of my heart now, baby.

break another little bit of my heart now, darling, yeah,

have another little piece of my heart now, baby, yeah.

you know you got it, if it makes you feel good!

Mi garganta ardía mientras cantaba desconsolada la canción de Janis Joplin, lagrimas caían de mis ojos y no dejaba de pensar que cada vez me parecía a mi madre. Pero lo cierto es, que trato de distraerme con cualquier cosa, estoy totalmente destruida y me siento molesta por ser tan débil. De algún modo la voz de esta grandiosa mujer me hace sentir fuerte por unos minutos y lo agradezco, pero en cuanto termina la melodía la oscuridad vuelve a abrazarme de tal modo que no me puedo levantarme del suelo de mi habitación que esta hecha un desastre.

Llevo esta pijama por al menos una semana y no me la quito siquiera para ir de compras al pequeño mercado de la esquina, solo me cubro con mi abrigo y listo.

Estos últimos días han sido horribles!, mi cara esta pálida y tengo círculos bajo los ojos, mi estomago no aguanta nada, aunque no tenga ganas de comer Mia me obliga pero no vale la pena, porque todo se va por el retrete. Y todo porque el estúpido idiota al que amo me abandono...sí, me ha abandonado porque esa no fue forma de irse y no contestar llamas. imbécil.

De cierta forma se que es mi culpa que se marchara, debe estar muy molesto, pero yo también lo estoy por lo inmaduro que fue y por dejarme con esta tortura.

-Elle?

-Si?

-Estas bien?

-Qué crees!

Mia entro a mi habitación e hizo un ademan de espanto, pero luego miro mi cara con desaprobación.

-Ya sé lo que dirás.- rodé los ojos

-Pues, hazlo y ve a darte una ducha.- dijo mientras habría las cortinas de la habitación.

-Esta bien!!!

Fui directo al baño mientras Mia trataba de ordenar un poco mi cuarto.

Cuando cerré la puerta me mire al espejo, estaba hecha un desastre, no podía creer que estuviera tan mal. Comencé a desnudarme y al mirar mi reflejo en el espejo me sorprendí y mis ojos comenzaron a llenarse de lagrimas. Mi cuerpo estaba fuera de lo común, mi clavícula era más notable y podía notar un poco más mis costillas. Nunca estuve tan delgada y no puedo creer que la ida de Mike me afectara a este nivel.

Luego de la relajante ducha me vestí con mi ropa interior y regresé a mi habitación envuelta en una toalla. Mia aún se encontraba ordenando.

-Tengo que mostrarte algo.- susurré.

Mia frunció el ceño.

Deje caer la toalla y ella abrió los ojos como plato al ver de que hablaba.

-Por Dios, que estas muy delgada!

-Lo sé.

-Estarás enferma, ya que no comes nada.

-Creo que solo estoy deprimida, pero descuida todo estará bien.- hice un esfuerzo por sonreír pero más bien salio como una extraña mueca.

Al girarme para sacar ropa de mi closet Mia dio un suspiró sorprendida. Fruncí el ceño y me gire.