Decisiones

2 - Invitacions

Bona nit...

La conversación siguió con Luisita dándole las quejas a sus chicas de todas las ocurrencias de su esposo que últimamente se le había metido la vena de la cocina y estaba obsesionado con aprender nuevas recetas culinarias. Todas disfrutaban molestándola y conversando de lo más ameno.

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Al día siguiente Luisita había quedado con María para hacer compras en un mercadillo orgánico que se armaba en la plaza del barrio algunos días a la semana.

- Hola, perdón, perdón, llegué, tuve que dejar a Iván en casa de su amigo, por fin ya llegué, esperaste mucho sister?- Le decía Luisita a su hermana agitada por las prisas y su demora.

- No, la verdad es que también recién llegó, oye y ayer como te fue con tu querido esposo, llegó muy tarde de su reunión de comelones...?  

- AHH no me hagas acordar, por favor, es que hay días que quiero ahorcarlo. 

- Qué pasó? 

- Pues que va pasar, que llegó con una bolsa llena de libros nuevos e ingredientes super raros a casa, con lo que le he mencionado que deje de gastar en cosas mientras el no consiga otro curro, que las cuentas no se pagan solas! Y pues de momento el único ingreso es el que tenemos por parte de las acciones del Kings, es que yo un día lo voy a ahorcar mira que te lo digo en serio sis...

- Bueno, bueno, ya está de momento están bien, Luisi pero has hablado con él a ver cuáles son sus planes a futuro o qué piensa hacer, por que no lo veo interesado en seguir trabajando en oficina, como hacía en aquella empresa de seguridad, digo yo quizás deba trabajar de chef o algo así. 

-No sé Sis, la verdad Sebas está un poco perdido últimamente, no lo encuentro enfocado en nada más que no sea su club de comelones. Quizás si deba conversar con él sobre qué planes tiene o que hará. 

- Hay Luisi - comentó María con un ánimo de comprensión hacia su hermana. 

- Que?, no me mal interpretes María, que a mi no me molesta que salga y vaya con sus amigos, pero es que ya es una cosa que se empieza un poquito a descontrolar, por que cuando me convence a ir también tengo que soportar mucho a las otras mujeres que primero, se le lanzan como animales en cacería y segundo, que sus temas de conversación son demasiado aburridos que si el chisme del barrio, que si los niños, que si la comida, que si ropa, en fin y luego cuando no voy él se resiente que ya no pasamos tiempo juntos, que mira ya te digo yo que mis ideas de romance son muy diferentes pero bueno supongo que así terminamos los casados con el tiempo. - soltó de carrerilla con un tono de reclamo. 

- Jajaja tranquila mujer, respira que te ahogas, pues eso no es tan cierto, Nacho y yo ya llevamos casados muchos años y aún tenemos muchas en común, lo que tienen que hacer es volver a sus orígenes a no perder la chispa, eso es lo que tienen que hacer. - Explicaba María como consejo. 

- Pues sí, a las finales si que llevas razón, sis, bueno y que vas a cocinar con estos hermosos tomates, señor a mi también me pone una bolsa de estos - le dijo Luisita al vendedor amenamente. 

- Ya veré qué se me ocurre y sino puedo llamar al cuñado chef, - rió sarcásticamente- más bien te quería comentar que ya no sé qué hacer con Manolín, creo que se está pasando dos pueblos, yo estoy feliz que viva conmigo pero el problema es que todos los días llega con copas de más, no se qué hacer, pero no quiero decirle a mamá para no preocuparla. 

- Hay calla calla, que mamá lo último que necesita es una preocupación así, mira haber si vamos a terminar internándolo, tranquila María, hablaré con él para ver por qué esta así.