Decisiones

12 -Tarde en el estudio

 Comenzamos!

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Estudio de Amelia

Cuando Luisita llegó a aquel estudio la fotógrafa no se encontraba, había salido a hacerle un encargo a su padre en el banco, Marina quien en ese momento vivía ahí ,le abrió la puerta y la dejó pasar al estudio indicándole las fotografías que Amelia le había dejado para la rubia hasta que regrese. 

Luisita miraba asombrada todas las fotografías tomadas con diferentes temáticas, le encantaba las sensaciones que le transmitían aquellas fotos llenas de mujeres en diversas situaciones mostrando una desnudez para nada obscena. Amelia quién se apresuró en volver, entró de prisa en su estudio deteniéndose en el portal con una imagen de la rubia absorta entre sus fotos, mirándolas y a la fotógrafa le pareció una escena hermosa digna de admirar. Entró despacio, se paró tras ella y posó sus manos sobre los ojos de Luisita tapándolos. 

Luisita dio un pequeño sobresalto y luego cogió ambas manos con las suyas respirando el olor peculiar que desprendían. Lo inspiró lentamente para disfrutar de aquel olor que le empezaba a fascinar. 

-Te asusté? 

-No, digo.. sí, maso menos, al comienzo sí pero luego me di cuenta que eras tú por tu aroma. 

Amelia tomó asiento a su lado en aquella mesa y se llevó su muñeca derecha hacia su nariz para reconocer su propio perfume. - Recuerdas mi perfume? 

-Obvio! tu aroma es... es inolvidable. - Dijo sonrojándose y bajando la mirada hacia sus manos que reposaban sobre su regazo. - Pero esta todo bien, sabes, ya sé que una mujer no debe compartir qué perfume usa. 

-Entiendo, es por que de otra manera cualquiera acaba descubriendo tus secretos femeninos.. tus misterios.. tu alma. 

Luisita cogió delicadamente el brazo de Amelia y llevó su muñeca hasta su nariz para respirar una vez más su aroma. -Divino, el olor es divino, creo que hueles a esa madera como el del perfume de los chicos...así intenso... intenso pero no llama la atención y al final deja como un aroma cítrico floral que hace que sea muy delicado.  

-Joder, estas descubriendo mis secretos demasiado rápido. -Contesto la fotógrafa. 

-Me está gustando el descubrir tus secretos un poco más. - Luisita no podía ocultar sus pensamientos y soltaba las palabras sin medirse ni pensar mucho en el significado de las mismas. 

-Sí? 

-Yo por el contrario, soy un poco torpe, no tengo misterios ni secretos soy demasiado simple y rutinaria en todo, me entregó sin medir nada para los amigos y hasta para los enemigos y por eso siempre se burlan de mi por ingenua y abierta. Siempre me ha traído problemas desde que era pequeña. Si yo te contará todo el bullying que sufrí. A veces me confundían con una chica fácil o peor aún de esas chicas que no matan ni una mosca pero son terribles. 

-No lo creo, las personas así tienen a ser misteriosas de más, de ese tipo que cuando hacen algo y la gente se entera....dicen ella hizo eso? no puedo creerlo, si parecía tan buena chica. 

-Conoces a alguien así? 

Amelia se señaló con su dedo índice. -Yo. 

-Tú? fácil y problemática? 

-No, indescifrable. Siempre he sido así, todos creen conocerme pero en sí nadie ha logrado realmente hacerlo. Supongo que es por qué tengo barreras que nunca dejo caer. 

-Estas loca lo sabes? 

Amelia había abierto un poco su personalidad, Luisita le transmitía una inocencia y confianza que nadie más lograba, al verse perdida en los ojos marrones por más tiempo del que deseaba se giró rápidamente cogiendo algunas fotos. - Aquí, déjame mostrarte las fotos que te decía.