16- Mallorca 3° parte

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Empezamos

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-Es que Amelí me abrace al dormir..................

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Desperté con un fuerte dolor de cabeza, los ojos me pesaban y el estómago me dolía, intenté girarme y no podía, un peso extraño sobre mi me lo impedía. Noté que era ella, no recordaba cómo habíamos terminado durmiendo tan juntas en la misma cama, miré y estaba en ropa interior. Se me pasó por un segundo que algo entre nosotras había pasado, ja, eso es imposible. Giré mi cabeza, su rubia cabellera se reflejaba con las luces del sol que entraban por la ventana, se veía tan pacífica, parecía un angelito durmiendo, levanté con extremo cuidado su brazo que rodeaba mi cintura, no podía creer que habíamos dormido así, solo espero no haber dicho nada tonto. 

Acomodé su brazo sobre la almohada en la que yo dormía buscando encontrar nuevamente su comodidad, bajé a la cocina, estaba decidida a preparar el desayuno y sorprenderla así como ella preparó la cena. Mis dotes culinarias son pocas por no decir nulas, me va más lo de ordenar y limpiar que lo de cocinar. En la cocina, el panorama era un tanto extraño, hace años no visitaba aquella casa, pero la noté bastante más vacía de lo que lo recordaba, pensé en hacer unas tortitas con frutas y café, había notado que ella tomaba café con leche así que me puse a labor. 

Cuando subí con la bandeja noté como estaba abrazando mi almohada y apoyaba su cabeza sobre ella, es tan linda pensé parece un angelito, ok, Amelia despabila, me dije a mi misma, apoyé la bandeja con lo preparado en la mesita y empecé a observarla con detenimiento, sus pequitas en la nariz, sus ojitos cerrados, sus pelos rubios que tapaban un poco su rostro, estaba perdida lo sabía, aunque lo siguiera negando había algo en ella que hacía que no pueda dejar de sentirme atraída, esboce una sonrisa y le acomodé el pelo, mi acto le dio cosquilla y arrugó su naricita, poco a poco fue abriendo los ojos y se asustó un poco por mi presencia, cuando abrió sus ojos me dedico la sonrisa más bonita del universo, no pude evitar sonreirle. 

-Hola bella durmiente

-Uhmm ...hola...qué hora es? 

-Un poco tarde, en un momento ya tenemos que empezar a trabajar

-Pff, me siento fatal, me duele la cabeza, vaya resaca, creo que no vuelvo a tomar jamás

-Jajaja no será para tanto

-Que si, me duele todo. 

-Bueno Luisi yo  traje el desayuno.....espero no te importe.

-Qué? no debiste Amelia

-Claro que sí, tu ayer hiciste la cena y me apeteció hacerlo, solo no esperes nada muy elaborado que no se me da bien.

-Pues yo con un buen café con leche me conformo la verdad

-Uff que nervios espero que te guste, anda siéntate que te pongo la bandeja. 

Su mirada conectó con la mía, cada vez que hace esto siento que le importo de una manera distinta a la de una amiga, por qué Luisi?

-Ehmm oye Amelí, que ayer se nos fue un poco de las manos no? creo que bebimos de más. 

-Jajaja, yo creo que bebimos lo necesario, dormiste bien? 

-Ufff, no sabes, hace tiempo no dormía así de bien. 

-Yo también y eso es lo que importa. 

No pude resistir el mirarla de vez en cuando mientras comíamos, despertar con ella y compartir este momento ha sido uno de los más bonitos que me ha pasado en tiempo. Terminamos el desayuno y ella se fue a su habitación, los ibuprofenos ayudaron mucho, nos encontramos en la terraza principal para ponernos a labor con las fotos, empecé a armar el equipo mientras ella llegaba. 

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