Eduardo es un chico que puede sonreír o asentir durante todo el tiempo sin problema, pero cuando la puerta de su habitación se cierra, una oscuridad pinta las paredes de su cuarto, Edu vive soportando un secreto que lo destruye y lo aleja de la feli...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Eduardo se miró al espejo, era 30 de diciembre, el chico lucía una camiseta negra y un jeans ajustado, llevaba unos botines largos que le hacían ver más alto, su cabello lo había cortado el día anterior así que sus rulos estaban controlados pero no del todo. Josefina entró a su cuarto y le silbó.
—Ándale, quieres matar esta noche por lo visto.
—Es la última vez que estaré acá hasta quizás mis vacaciones de medio año, quiero pasarle bien con mis amigos.
—Si, no creí que iríamos a la fiesta de fraternidad de Augusto —rió —Pero en fin, alcohol gratis —Eduardo asintió, tomó sus llaves y su teléfono, el chico no había hablado con Lautaro, así que se encontraba un poco sensible ante la situación, Josefina trataba de no tomar mucho el tema, pero temía que Lau se apareciera en la fiesta, Gus lo había invitado antes de el regalo de navidad, ya no podía desinvitarlo según él.
—Listo —el chico bajó al primer piso, tomando su chaqueta ya que el clima estaba algo raro —Dudo que llueva.
—¿En diciembre? —rió Josefina —¿En invierno?
—Vale, vale, entiendo el sarcasmo, vámonos mejor —Edu condujo hasta la casa de fraternidad, Gus obviamente no se quedaba allí, se quedaba con su Padre, pero era amigo de los fiesteros.
Eduardo entró a la casa, había música fuerte por todos lados, algo electrónico sonaba en el comedor mientras que una música más relajada en el patio con piscina, donde habían unas personas haciendo posiciones un poco raras para estar nadando.
—Eso no es respiración boca a boca —arrugó la nariz Jose —Principalmente porque lo tienes que hacer boca a boca, no boca a p...
—Mejor... vamos a tomar algo —Edu apartó la mirada, llegando al comedor y encontrándose con Omar.
—¡Hey! ¿Llegaron hace mucho?
—No, recién —respondió la chica.
—Genial, Edu eres nuevo en esto de las fraternidades, así que te lo diré, no sueltes tu vaso nunca, no le aceptes un trago a nadie y no subas a los baños del segundo piso a menos que quieras no usar los baños para el uno o el dos, si no el tres.
—¿Cuál es el tres?
—Sexo.
—Ah —Edu bajó la mirada algo incómodo —Entiendo, entiendo... —el chico agarró su vaso con fuerza, decidido a no apartarlo de su vista, le aterraba si algo malo le pasara otra vez.
La noche estaba lenta para el pelinegro, Josefina se perdió bailando con unos desconocidos, Eduardo se la quedó viendo hasta que notó que ella empezó a bailar con Mckay, si el moreno estaba allí, eso significaba que...
