Capitulo 50 "Inseguridad"

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Narra Niall.

No culpo la reacción de Elizabeth al ver a Hannah sentada en su casa, yo me comporte de la misma forma, bueno… no tan igual pero algo parecido, fue extraño y muy confuso verla cruzar el salón para venir a abrazarme, como si nada hubiera pasado entre nosotros.

— ¿Disculpa? —le respondió la rubia.

 Llevándose una mano al pecho en forma de indignación y suspirando sonoramente.

—Pues estas perdonada, ahora si me haces el honor te puedes largar de mi vista—Elizabeth la miraba con un rostro que en cualquier punto de vista en que lo veas, sabrás que esta rotundamente enojada.

—Nill, mira como me trata esta tipeja. Vamos has algo, defiéndeme—Canturreaba a quejidos.

— ¿Nill? ¿Enserio? Pero qué seudónimo más tarado es ese—le contesto mi chica, haciendo reír a los chicos y a mí.

—A mí no me metan en esto—les dije levantando mis manos en forma de inocente, y dando un paso hacia atrás. Dejando a las dos chicas desafiándose con la mirada.

—O no tú y yo hablaremos luego—me dijo Eliza apuntándome con un dedo. ¡Mierda, debí de haberme quedado callado, ahora estoy en problemas!

Tragando saliva asiento obedientemente en respuesta  a mi chica que me observa con los ojos achinados.

— ¿y tú que sigues haciendo aquí?, vete de mi casa—Le demando esta vez a Hannah, dando un paso hacia ella, haciendo que esta otra retrocediera por dos.

Rápidamente Hannah vuelve a tomar su compostura arrogante y la mira desafiante, mientras se arregla su ropa.

—Me iré solo porque yo quiero, no porque alguien como tú—Observa de arriba abajo a Eliza, analizando cada uno de sus detalles en forma de burla—Me lo diga. —

Ésta comienza a caminar hacia la salida pero antes, se da la vuelta y me queda mirando en forma de seducción, cosa que hace algunos meses me hubiera parecido cautivador pero que ahora solo me produce asco.

—Ya volveré mi amor, no te preocupes—levanta su mano y la acerca a su boca y hace que me lanza un beso, y luego con una risita algo fastidiosa se va del salón.

Aun en silencio nadie dice nada, esto es tan confuso y divertido. Pero al escuchar el carraspeo de Eliza a mi lado me hace levantar la mirada con algo de temor a lo que se vendrá ahora.

— ¡Oh amigo estas en problemas! —Louis y los chicos comienzan a reír, pero al ver a Elizabeth se detienen y se ponen serios.

—Largo de aquí, todos—

De apoco comienzo a caminar hacia la salida, al igual que los demás pero justo su voz me hace detenerme y maldecir en silencio.

—Niall, tú te quedas. Tenemos mucho de qué hablar—por el tono de voz que se escuchó, puedo descifrar que, si estoy en serios problemas.

—Ven mi amor, siéntate junto a mí—me dice enfatizando en la palabra amor justo como hace minutos Hannah me había llamado.

Dando pasos tímidos de dispongo a sentarme en el sofá, junto a su lado.

—ahora como hablaremos como dos personas civilizadas. Así que me podrías explicar ¡¿Qué cojones hacia esa Rubia barata en mi casa?! ¡¿Y sentada junto a ti?! —me muerdo el labio para aguantar las ganas de reírme.

Vamos Niall aguanta un poco más, o de verdad se enfadara contigo. Respiro unos segundos antes de volver a mirarla y sonreírle de forma de disculpas.

—En realidad, no tengo ni idea—le respondo encogiéndome de hombros y asiéndome el desentendido.

— ¡Niall! Ya basta con mentiras, esa es la chica la que me va a molestar a mi trabajo ¿Qué hacía aquí? ¿De que la conocías? —me pregunta, suspirando en derrota.

Me acomodo para poder mirarla y veo en su expresión cansancio y confusión por todo lo que ha pasado hace unos momentos.

—Esa chica se llama Hannah y…— ¡joder! esto es más difícil de lo que pensé, como decirle a tu novia que la chica con la que te acaba de encontrar es tu ex.

—Y... —me alentó a que siguiera con la frase.

Qué más da, solté el aliento y me llene de valor, ya no sacaba nada con esconder las cosas.

—Hannah es mi antigua novia, no me preguntes cómo entro porque no tengo ni idea, y con respecto a lo que quería…—

—Ya no digas más, lo dejo muy claro con lo de Ya volveré mi amor, no te preocupes—con ver su expresión de irritación lo decía todo.

—Tranquila nena, no pasa nada. A mí ya no me interesa, solo me importas tu— puse mis manos en su mejilla acariciando su suave piel, ella como si se tratara de un animalito recargo su cara junto a mis caricias, ¡Diablos si era tan adorable!

—Ven aquí—acomodándonos, la tome de la cintura y la recosté en mis piernas para que así ella pudiera recargar su cabeza en mi pecho.

—Tengo miedo—me susurro de forma casi inaudible.

—Ya bebe. No tienes que temer, yo estoy aquí y nada malo sucederá—pasaba mis manos por su espalda para darle tomo mi afecto y cariño y así demostrarle que no debía de temer a nada.

—Es que eso es lo que temo. Que te aleje de mi—suspirando se acurruca más a mi cuerpo y yo con gusto acepto su abrazo, estrechándola en mis brazos beso su cabello tardándome varios segundos para respirar su olor y conservarlo en mi memoria.

—Bebe, a mí ya nadie me puede separar de ti. Porque yo sin ti, no soy nadie, absolutamente nadie—y con eso selle nuestra conversación con un beso en su frente y mis manos estrechándola con todo el amor y cariño que le tengo.

No sé cómo fue, ni cuándo sucedió. Pero de algo sí que estoy seguro, que estoy rotunda y profundamente enamorado de esta chica, esta chica que justo ahora tengo en mis brazos  la cual puedo besar, observar y acariciar cuando se me antoje, pero lo mejor de todo es que esa chica, es completamente mía, solo mía.

Los fantasmas de mi pasado...(Niall horan/Barbara Palvin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora