Los fantasmas de mi pasado...(Niall horan/Barbara Palvin)

prejuicios

Al llegar a casa, todos nos bajamos de la limosina, los chicos fueron no sé donde, pero yo subí corriendo a mi habitación donde me encerré.

Deje mi bolso a un lado y fui apurada debajo de mi cama, donde saque mi caja y me acosté en mi cama, en posición india y la puse en medio, quite la tapa lo deje a un lado, mientras quitaba unos papeles, hasta llegar al final donde estaban todas las fotos que tenia de los chicos y mías.

Empecé a verlas una por una, mientras sentía como lagrimas caían por mi mejillas, llegando a mis labios, y poder sentir su sabor salado.

-Dios chico no saben cuánto los extraño…- dije con la garganta apretada, seguía viendo las fotos, cuando éramos chicos y íbamos a karate, donde salíamos con nuestros trajes blancos, y otras cuando nos graduamos del colegio, también fotos de parques fiestas de todo, las mayoría salíamos Alex y yo, ya que lo conocía por más tiempo, salíamos algunas dándonos besos, otras en la playa, de navidad, vestidos con disfraces.

-Chicos desearía que estuvieran aquí, conmigo…- dije dejando escapar más lagrimas, de mis ojos.

No te lamentes tanto, ya que tú los MATASTE!!

Dijo una vocecita en mi cabeza, la cual tenía toda la razón, yo los mate,  fue mi culpa que el auto callera por ese cerro, eso nunca se me olvidara, yo tuve la culpa, de que todo esto pasara, de que sus familias sufrieran por la muerte de sus hijos, nunca dejare de culparme por eso.

Empecé a guardas todas las fotos, tapándolas con unos papeles, le puse la tapa la tome y me levante dejándola debajo de mi cama, tome mi celular del bolso, y empecé a hablar por mensajes con papa, lo  cual me decía de que estaba todo bien por allá, y que estaba muy feliz de que este progresando.

Deje mi celular a un lado, y me fui al baño para mirarme, lo cual estaba horrenda tenía todo el rímel corrido por las mejillas mi nariz y ojos estaban rojos eh hinchados por tanto llorar, me lave la cara, luego me pase unas toallitas húmedas para quitar mejor el maquillaje de mis ojos, ya con eso me deliñe los ojos y me los encrespe un poco de labial rosa y algo de rubor, me mire al espejo aun se me notaban los ojos rojos, pero solo eso.

Salí de mi cuarto y baje las escaleras, se escuchaban los murmullos de los chicos en la cocina, deben estar cenando ya que me pase toda la tarde en mi cuarto, ya estaba oscuro, me dirigí a la cocina, nosotros tenemos 2 comedores uno en la cocina ya que es muy grande y otro en otra sala, para cuando hay visitas.

Al entrar a la cocina, todos levantan la vista de sus platos para verme, y me miran algo nerviosos pero igual me sonríen.

-Pensamos que no bajarías por eso empezamos sin ti…- dijo Louis mirándome algo más incomodo, pero trataba de que no se le notara.

-No importa, solo voy a comer algo rápido, y subo- dije tratando de sonar sincera.

-Porque mejor, no cenas con nosotros ven siéntate aquí- dijo Niall con una sonrisa mientras se corría un puesto para dejarme espacio, mientras los chicos asentían con una sonrisa, yo para no ser descortés sonreí y me senté en la punta al lado de Niall.

Mientras Niall me sonreía, yo lo mire algo nerviosa, mostrando una sonrisa tímida, los demás chicos comenzaban una nueva conversación, mientras Elena preparaba mi plato, que era pollo a la mostaza con puré de papas, y una salsa de champiñón y unas especias para decorar, con un vaso de bebida.

Pero al darse la vuelta, y mirarme para venir a dejármelo, se tenso y me miro con cara de miedo y asco, pero también se le notaba nerviosa porque empezó a tiritarle la mano, al ver la mirada que me daba, sentí como mis ojos se ponían borrosos por las ganas de llorar, y me entraron unas ganas de salir corriendo, y encerrarme en mi cuarto a puro llorar y nunca más salir de ahí.

Los chicos, se percataron de lo que sucedía, y por cómo me miraba Elena con cara de miedo, como si le fuera a hacer algo, ¿acaso tenía miedo de mi?, ¿de qué le hiciera algo?, pero yo nunca podría lastimar a alguien.

Y… eso lo dices después de haber matado a tu mejor amiga y a tu novio…

Volvió a susurrar esa vocecita en mi cabeza, haciendo que me sintiera peor de lo que estaba, yo agache la cabeza mirando la mesa, mientras trataba de encogerme lo más que podía.

Niall al ver mi reacción, se paro y estiro la mano para que Elena le pasara mi plato y el vaso, ya cuando se los pasó Niall los dejo enfrente de mí, pero ya toda el hambre se me había ido.

-Gracias…- le susurre a Niall, con mi mirada ahora en mi plato, todo mi estomago se apretó impidiéndome las ganas de comer, se sentía la tención, y podía ver que los chicos se removían de sus puestos incómodos, y todavía podía sentir la mirada de asco que me daba Elena.

Justo en ese momento llego William, entrando a la cocina, debe de venir del trabajo, se sentó a mi lado al doblar la mesa, ya que era rectangular, y comenzó una charla con los chicos de la cual no estaba interesada.

-¿acaso no vas a comer?- dijo William, sacándome de mis malditos pensamientos, yo seguía con mi mirada en el plato, sin haber tocado ningún bocado de esta.

-Es… que no tengo hambre- dije nerviosa, sintiendo las miradas de todos nuevamente.

-Pues, come… no quiero que se vuelva a repetir lo de la ultimas vez… Cuando no comiste y te…- empezó a decir mi tío, pero yo lo calle.

-YA… está bien comeré, pero no hables de eso…- dije tomando mi cubierto y llenándolo con puré y metiéndome a la boca, mi tío me miraba con una cara de tristeza, se en que está pensando, y no me gusta dar lastima a nadie, así que volteo la mirada, para seguir comiendo.

-Eliza, que es lo que tienes- me pregunto Elena, elevando la voz para que todos pudieran escuchar, yo me tense en mi puesto, y apreté los puños, sabía que lo hacía para fastidiarme, pero a esta señora que le pasa conmigo.

-No es de su incumbía- le dije seria, en el mismo tono que uso ella, sin levantar la vista, sentía un nudo en la garganta, así que tome mi vaso y empecé a beber.

-Bueno yo lo decía, ya que nos debes una explicación, de porque esta mañana tuviste convulsiones, y tus manos empezaron a sangrar de la nada- dijo mirándome con cara de asco, y enojo, al escuchar eso, mi baso callo de mis manos y chocando con el piso, el cual produjo un gran ruido al romperse, y después el tenedor de mi tío cuando se cayó y choco con su plato, todos nos tensamos, tenía miedo de lo que venía ahora.

-¿DE QUE MEIRDA ESTAS HABLANDO ELENA?- grito mi tío, parándose de la mesa, haciendo que todo se moviera un poco y los platos tambalearan, y también haciendo que pegara un saltito por el tono de su vos, creo que no fui la única que me dio miedo su reacción porque los chicos también se pusieron nerviosos.

Yo puse mis manos debajo de la silla apretándola, mientras cerraba mis ojos y las lagrimas acumuladas salían, trate de esconder mi expresión debajo de mi mechón de pelo, sentí una mano en mi rodilla, que me susurraba cosas, pero cada vez las voces de todos se iban alejando.

Ahora lo único que veía era el bosque con los fantasmas atrás de mí, mientras corría, pero también escuchaba muy lejos una voz.

-Eliza, vamos vuelve…- se escuchaba muy lejos, trate de cerrar más mis ojos, y calmarme, ahora se escuchaban de nuevo las voces de mi tío con las de Elena, todavía estaba peleando.

Empecé a parpadear barias veces, hasta ya encontrarme de nuevo en la cocina.

-Tranquila, vamos respira…- escuchaba a Niall susurrándome al lado mío, mientras su mano hacia círculos en mi rodilla para tranquilizarme.

-Te dije que haría lo que fuera para hacerte feliz, entiende esto Eliza, se que escondes cosas y no quieres que nadie sepa, pero eso no me importa, Jamás te dejare sola en esto!!- dijo más cerca de mi esta vez, sentía su aliento en mi cuello, volteé un poco la cara para mirarlo y sonreírle un poco, lo cual él me lo devolvió.

Empecé a sentir unas cosquillitas en mi estomago, hace tiempo que no las sentía, me daba un poco de miedo sentirlas y eran porque Niall me las provoco, también nunca me habían hecho despertar tan rápido, sabía que Niall era especial conmigo, lo cual agradecería mucho, quizás no sea lo mejor alejarme de ellos.

-Ahora Eliza, me vas a decir, porque nadie me dijo nada- dijo William, sacándome de mis pensamientos y volviendo a la realidad.