Capitulo 40

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No corregida

Es difícil saber en qué momento exacto comienza el amor; menos difícil es saber que ha comenzado…

 

Días después…

 Me levanto de la cama y con pesadez me dirijo a los baños, hago mis necesidades me cepillos los dientes, pero me es inevitable no mirarme al espejo y ver mis ojos con ojeras, mis labios blancos y secos, mi cabello enredado y despeinado, y mi cara toda pálida, pero lo que más dolor me produce es ver mis manos y piernas llenas de rasguños y moretones, no sé cómo pude llegar a esto, me duele tanto verme así, tan indefensa, ya no quiero seguir con esto pero me cuesta olvidar todo lo que he tenido que vivir.

Me meto a la ducha con cuidado de no mojar mi yeso, cosa que s eme hace imposible al igual que lavar mi cabello, una vez lista me la bata y salgo a mi armario para vestirme (imagen multimedia), me maquillo un poco para sacar esta cara del nalga que ando trayendo, y con cuidado salgo de la habitación.

-Señorita Elizabeth ¿No debería estar acostada?- me dice Camilo, con una sonrisa al verme.

-es que ya me estoy aburriendo de no hacer nada y decidí bajar, además tengo hambre así que no pierdo nada- me encojo de hombros y me dirijo a las escaleras.

-Claro, yo la ayudo- me dice este mientras me presta de su fuerza para poder caminar mejor, aun ciento dolores en mis piernas, las heridas todavía no cicatrizan del todo y los moretones no son de mucha ayuda.

-gracias- le digo al llegar al ultimo escalón, el me sonríe y se va hacia quien sabe dónde, yo voy directo a la cocina, estos últimos día no eh comido mucho, ya que con los remedios me la paso durmiendo y hoy amanecí con apetito de muerte.

-Mi niña, que alegría verte de pie y tan bonita- me dice Alejandra, al verme entrar.

-jajaja, gracias, decidí bajar creo que me estaban saliendo hongos por la espalda de no hacer nada, y además esta chica necesita comer- le digo divertida, Alejandra solo siente con alegría.

-Descuide mi niña, en un segundo le sirvo- se da la vuelta para seguir preparando el desayuno, yo con cuidado me siento en la silla, a los segundos ella me llena la mesa de alimentos de todo tipo.

-creo que alguien está inspirada- le digo mientras devoro un poco de mis magdalenas y tomo un vaso de leche.

Alejandra solo sonríe, y comienza a limpiar la cocina, yo sigo comiendo de toda esta exquisita comida.

Cuando termino de comer, me dirijo a la sala de juegos donde deberían de estar los chicos.

-Hola- digo mientras pongo un pie en la sala, todos voltean a verme y me sonríen de una manera muy alegre.

-Despertó la bella durmiente- me dice Liam, mientras se hace a un lado para que me pueda sentar junto a él.

-No es mi culpa, eran los remedios que me hacían dormir- me encojo de hombros y los miro.

-¿Dónde está Keith y Harry?- les pregunto al darme cuenta que son los únicos que faltan.

-Keith está en la academia, y Harry no tengo idea- me dice Zayn, mientras está concentrado junto con Louis en un video juego.

- y ¿Cómo te sientes?- me pregunta Niall, acercándose para darme un beso en la mejilla.

-Mejor, pero igual me duelen las piernas al caminar- le digo agachando la mirada, el solo asiente.

-¿Puedo?- me pregunto, yo alzo la mirada y lo miro sin entender a que se refiere, el apunta a mi brazo enyesado y es ahí que lo veo con un marcador en sus brazos.

Los fantasmas de mi pasado...(Niall horan/Barbara Palvin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora