-Betty -dijo Jughead bajando las escaleras-
-¿Qué? -dijo la rubia que ponía platos en la mesa-
-¿Podemos hablar un minuto?
-Claro.
Él la tomó del brazo y caminó a la sala.
-N-no hagas eso.
-Lo siento. Perdón-dijo y acarició su brazo-
Ella asintió y Jughead suspiró.
-Encontre tu biberón y tus chupetes, no quiero hacer que sea la gran cosa pero un poco lo es.
-Por favor no le digas a tu mamá, me da vergüenza.
-No le diré, pero explícame, por favor.
-Espera. ¿Estabas en mi cuarto?
-Estaba buscando mi celular, no lo encontraba.
-Bien -suspiró- son mis cosas, me hacen sentir pequeña y sentirme pequeña ya sabes como me hace sentir.
-¿Tranquila?
-Y segura. Asi que me sirve.
-Mamá no diría nada malo si se lo dices.
-No quiero decirle.
-Está bien.
-¿Te parece raro?
-Me parece adorable y quiero cuidarte el triple que antes
Ella sonrió y bajó la mirada.
-¿Qué pasa?
-Extraño a mi mamá.
-Lo sé -acarició su mejilla- pero oye, estás aquí, nosotros cuidamos de tí.
-Promete que aunque pase algo feo no dejaras de cuidar de mi.
Él la abrazó con fuerza.
-Pequeña rubia -murmuró acariciando su cabello- jamás pararé de cuidarte.
Ella sonrió y él besó su mejilla.
-Tenemos que almorzar. Tu mamá hizo sopa de letras.
-Que asco -suspiró-
-¿No re gusta?
-Es caldo con letras.
-Es lo que siempre como.
Él suspiro.
-Está bien.
Betty se volteo y se tropezó golpeando su cabeza contra la puerta.
-Ay.
-Tranquila-acarició su mejilla- levanta la carita, dejame ver.
Ella hizo lo que él dijo.
-No pasó nada. ¿Duele?
-Si.
-¿Quieres hielito?
-Si.
-Muy bien, vamos a buscarte hielito.
Los dos fueron a la cocina y Jughead la sentó en la encimera para ponerle el hielo mientras Gladys servía el almuerzo.
-¿Qué pasó?
-Me golpeé.
-¿Duele menos?
Ella negó y Jughead acarició la parte en donde se golpeó.
-Ya va a pasar, pequeña.
Su madre sonrió y salió de la cocina, Betty se lanzó a los brazos del ojiazul y se escondió en su cuello.
-Duele.
-Se que duele, pequeña. Pero no pasa nada.
-Quiero sopa.
-Muy bien, vamos.
Los dos fueron a la mesa y almorzaron junto a Gladys.
-¿Estás mejor,Betts?
Ella asintió.
-Muy bien. Jughead, esta es la última vez en tu vida que faltas a la escuela ¿me oiste?
-¿Porque no puede faltar a la escuela?
-Porque es importante. Así como es importante encontrarte una a tí.
-No quiero. Ni siquiera termine la primaria.
-Lo se, pensé en eso, quizás deberías hacerlo en casa.
-No quiero.
-Linda, no se trata de querer o no querer, es la ley.
Ella negó.
-Se que es feo, pero será bueno para tí.
-Está bien -murmuró- pero me va a costar.
-Está bien que te cueste, cariño, es normal.
-Bueno -dijo mirando su plato-
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Little Betts
RomanceBetty se escapó de su casa a los doce años debido a su padre abusivo, y desde entonces, vive en una habitación de hotel con el dinero de su tía y su madre, quienes viven al otro lado del país. En ningun momento pensó que todo eso estaba a punto de c...