Little Betts

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Jughead, Betty y Gladys se sentaron a la mesa y la mayor les dio un vaso de agua a cada uno.

-Juggie, ¿recuerdas a FP?

-Si. Claro que lo hago.

Ella miró a Betty y la vio jugando con los cordones de su zapatilla.

-Cariño, presta atención.

-Sí -dijo levantando la vista-

-FP es el señor que viste ayer, que me ayudó a adoptar a Jug, y siempre trabajamos juntos. Bueno, él y yo estamos saliendo hace un tiempo y-

-¿Cuanto es un tiempo? -dijo Jughead de brazos cruzados-

-Dos meses.

-Tienes pareja hace dos meses. ¿Pensabas decirlo?

-Lo estoy haciendo ahora.

Él rió sarcásticamente y Betty bufó.

-Déjala terminar.

-Gracias, cariño. No les dije nada, porque quería esperar a que estemos los tres en un lugar firme como familia, no quería que ninguno se sienta incómodo ni mucho menos que les oculto algo, solo quería hacer lo mejor para los dos.

-Betty llegó hace un poco menos de dos meses. Me lo podrías haber dicho. Se guardar un secreto.

-¿Osea que me hubieras mentido? -dijo Betty-

-No, es decir...aún no sabiamos si ibas a quedarte.

-¿Disculpa?

-Betts, sabes de lo que hablo.

-No, no se de que hablas.

-Chicos, no peleen ahora ¿sí? -agregó su madre- esto es importante para mí.

-Claro que lo es, me ocultaste algo así por meses.

-Cariño, entiendo tu enojo, no debí hacerlo, pero aún así, ahora lo estoy diciendo y me gustaría que no peleen por algo que ya pasó.

-Tu no crees que yo soy parte de la familia ¿verdad? -dijo Betty mirando a Jughead-

-¿Qué? Dios Betty, no dije eso.

-No lo dijiste pero eso piensas, no dudo que mamá me vea como su hija, pero tu no crees que es asi.

-¿Eso importa ahora?

Ella respiró profundamente y miró de nuevo a su madre.

-Me alegro por tí, mamá. ¿Lo puedo conocer?

-Claro que sí, princesa. Cuando quieras.

Ella le dio una sonrisa y se levanto para besar su mejilla y subir las escaleras.

-Ve a disculparte, Jug.

-No hice nada, no tengo por qué disculparme.

-No hiciste nada, pero dijiste algo que hirió sus sentimientos.

-Es cosa suya si me malinterpreta.

Gladys suspiró.

-Juggie, Betty es nueva aquí, y es nueva en tener una familia, tu también lo fuiste y sabes que dos simples palabras pueden doler muchísimo.

-¿Te vas a poner de su lado?

-No hay lados aquí, porque estamos juntos.

-Yo no hice ni dije nada malo.

-Dijiste que no sabíamos si iba a quedarse.

-Es la verdad.

-Y dijiste que sabes guardar un secreto, implicando que lo guardarías de ella. Y ahora quizá siente que no confías en ella. Eso se debe sentir muy feo.

-Por última maldita vez: no es problema mío.

-A mi me bajas el tono. Y si estás enojado porque te mentí, enojate conmigo, no con Betty, que no tiene absolutamente nada que ver.

Él se levantó bruscamente y subio las escaleras.

Entró a su cuarto y vió a Canela en su cama. Tomo al oso de peluche y suspiró.

Camino a la habitación de Betty y la vio llorando en la cama.

Dejó al oso a su lado y se volteo para irse.