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En el medio de la noche, Betty despertó y se paró, para ir dando pasitos prqueños y silenciosos hasta la cama de Jughead, en donde cuidadosamente se acostó a su lado

Se acomodó en su pecho abrazándolo y él desperto.

-¿Qué pasa, amorcito? -preguntó con la voz ronca y cansada-

-Quiero ir a casa. Extraño mi cama.

-Tranquila, volveremos pronto. Descansa, princesa.

-Papi, tengo sed.

Él respiró profundamente tomando fuerzas para levantarse, el reloj marcaba las 5:28, y él solo quería dormir.

Se paró de la cama,y tomó un biberón de la mochila de Betty para llenarlo de agua y darselo a la menor.

-¿Ya?

Ella asintió bebiendo de la botella y él se acostó a su lado abrazandola, y cerró los ojos.

-Papi, besito.

Jughead besó sus labios y ella escondió su rostro en su cuello, mientras el mayor se dormía lentamente.

Al día siguiente, Gladys despertó y entro al baño, para ducharse, pero en el instante que entró, retrocedio, para mirar a los otros dos, que estaban abrazandose mutuamente, mientras Betty dormía, y Jughead acariciaba su cabello, con los ojos cerrados dejando pequeños besos en su cabeza.

-Juggie -dijo Gladys apoyandose en el marco de la puerta- despiertala, se quedarán solos mientras voy a arreglar algunas cosas con la policia, desayunen, y no salgan muy lejos ¿si?

-Bien.

Ella entró al baño y Betty despertó.

-Buenos días, pequeñita.

-No soy pequeñita ahora mismo, ahora mismo quiero que me dejes dormir en paz -dijo volteandose para darle la espalda-

Él rió y besó su mejilla.

-Mamá va a irse, nos quedaremos solos, así que debes levantarte porque iremos a desayunar.

-¿Nos quedaremos solos? -dijo volteando a verlo-

Él asintió.

-¿Y tu quieres ir a desayunar?

-Claro.

Betty sonrió y besó su mejilla.

-En momentos así siento que tu eres el bebé -dijo acariciando su cabello-

-¿A que te refieres?

-Ok, hoy estas lento -dijo acariciando su cabello-

-Hoy estás madura.

-Cállate -dijo y besó sus labios- ¿A donde vamos a ir a desayunar?

-A ese lugar que tiene la dona enorme en la puerta.

-Genial -sonrió- es rosa.

-Volvió mi pequeña -besó su frente- vamos, arriba.

-Arriba tú.

-Tú tambien, amor.

-Solo uno puede estar arriba.

-Suficiente con las referencias sexuales. Eres pequeña para eso.

-Buu.

Él rio y besó su frente.

-Vamos.

Los dos se vistieron,y un rato despues que Gladys, salieron del hotel.

Betty se detuvo y soltó un quejido, haciendo que Jughead voltee a verla.

-¿Qué pasa?

Ella señaló su zapatilla, sus cordones se habían desatado.

-Ahora no -suspiró- vamos, sube a mi espalda.

-Siii -sonrió-

Ella saltó a la espalda del ojiazul y besó su mejilla.

-Gracias papi.

-Eres muy inteligente ¿ya te lo dije?

-No haremos esto de nuevo.

-Es que no entiendo porqué te tratas tan mal -dijo acariciando su mano-

-Es irónico que tu lo digas.

-¿Qué?

-Juggie, vi como juegas con tu comida y la acomodas para que mamá piense que comiste.

-Betts,eso es distinto.

-No, tu también te haces mal.

Betty apoyó su cabeza en el hombro de Jughead hasta que llegaron al lugar y ordenaron su comida para sentarse en una mesa.

-Estoy intentando comer mejor ¿si? me cuesta -dijo el pelinegro en un suspiro- hace dos días no me salto ninguna comida y no estoy tan mal.

-Dos días es un montón -dijo acariciando su mejilla- lo estás haciendo genial.

Ella besó sus labios y acarició su mejilla.

-¿Porqué lo haces?

-Prefiero hablar de algo más alegre. Como el hecho de que vas a conocer a mis abuelos -dijo con una pequeña sonrisa- ellos son geniales.

-¿Por qué tanto por unos señores viejos?

-Cuando yo era pequeño, no tenía abuelos, y cuando mama me adoptó, fue genial, me hicieron sentir como que tenía una familia real.

-Tienes una familia real.

-Tú también.

Ella sonrió y bajó la mirada esfumando su buena cara.

-No no no, se lo que estás pensando. No pienses en ellos.

-Quiero a mamá -dijo tallandose un ojo- ¿podemos llamarla?

-Escucha, amorcito, hay cosas que vas a tener que ir aprendiendo. Como por ejemplo, que a veces puedes extrañar a mamá pero no pedirle que vuelva, porque tu eres una princesa grande -dijo acariciando su cabello- y yo estoy aquí, y mamá esta haciendo algo importante.

-Está bien -dijo abrazandolo- entonces tú me das mil besitos.

-Claro que si, mi princesita.

Little BettsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora