13

1.1K 125 3
                                    

Jughead se despertó a la mañana siguiente y se vistió para bajar las escaleras y tomar una manzana.

-Buenos días, cariño -dijo Gladys y besó su mejilla-

Él se apoyó en su hombro y ella acarició su mejilla.

-Saluda a Betty, se despertó para desayunar contigo pero se durmió de nuevo.

El pelinegro subió las escaleras y entró al cuarto de la más pequeña.

-Oye princesa -susurró acariciando su cabello-

Ella despertó y lo abrazó.

-Papi no te vayas -murmuró- canela ya no está.

-¿La perdiste?

-Yo no la perdí, desapareció y la extraño.

-Claro, amor. Dejame buscarla -dijo dejando su mochila-

Miró debajo de la cama y tomo el osito.

-Aquí esta canela, mi amor, descansa. Te quiero ¿si?

-No, no te vayas, me duele el dedo -dijo levantando su dedo meñique izquierdo-

-Pobre bebé -dijo siguiendole la corriente- ¿Quieres un abrazo?

-Si.

Él la abrazó y besó su frente.

-Muy bien, hermosa, papi se va ahora ¿si?

-No, tengo frío.

Jughead la cubrió con más mantas y se arrodillo junto a la cama.

-Estarás bien ¿si? no pasa nada.

-Quedate conmigo.

-Tengo que ir, mi amor. Pero estaré pendiente de mi telefono asi que si necesitas algo enviame un mensaje o llama a mamá ¿si?

-Esta bien. Te quiero.

-Yo a tí.

El se fue y vio a su madre junto a la puerta.

-Eres muy bueno.

-Y tu aterradora, no oigas mis conversaciones, mamá.

-Adiós, cariño -dijo y besó su frente- te amo.

-Yo a tí, adiós.

Gladys entró al cuarto de Betty y ella la miró.

-Quiero que Juggie se quede.

-¿Porque?

-Porque quiero abrazos.

-¿Puedo abrazarte?

Betty asintió.

-Descansa, Betts -dijo acostandose a su lado abrazandola-

-Eres mejor que mi mamá -dijo escondiendose en su pecho- ella nunca vino a verme desde que se mudó. Y yo tenía miedo.

Los ojos de la más grande se cristalizaron y la abrazó mas fuerte.

-No mereces eso.

-Ahora lo sé.

-Oye, Jones ¿que fue lo que paso en la fiesta el otro día?

-Betty necesitaba ir a casa asi que fuimos a casa.

-Tu chica no aguanta una fiesta -dijo Reggie-

-Betty no es mi chica y no los aguanta a ustedes.

-¿La rubia vendrá a estudiar aquí? di que si, por favor.

-La rubia tiene nombre y no, no vendra a estudiar aquí. Estudiará en casa, por idiotas como ustedes. Y Sweet Pea. Dios, lo odio.

-¿Qué pasó con él?

-Sí, ¿Qué pasó conmigo? -dijo el otro pelinegro de brazos cruzados entranado al salón vacio en donde estaban ellos-

-Que eres un desubicado.

-Tu eres el que se mete en conversaciones ajenas.

-Tu te estabas metiendo con Betty, y ella no esta a tu alcance. Eres muy poco.

-Lo dices tu. Es irónico.

Jughead rió y cruzó los brazos.

-Si, que lindo, ya te vimos.

Sweet pea se acercó a él y Jughead lo miró de arriba a abajo.

-¿Que te pasa?

El de ojos cafés estaba por soltar un golpe cuando el teléfono de Jughead sonó y él miró la mesa donde este estaba apoyado.

-Adios, te vas a tener que quedar con las ganas.

Jughead tomó su celular y salió del salón.

-Hola mamá, ¿pasó algo?

-Betty está llorando.

-No es un bebé, mamá. Sabe como... dale el telefono debo hablar con ella.

Al instante Betty tomó el telefono de Gladys.

-Juggie vuelve.

-No puedo volver, amor.

-Juggie te extraño.

-Lo se mi amor, yo a ti. Pero ahora no puedo estar en casa, puedes ver todas las peliculas y todos los dibujitos que tu quieras igual.

-¿En serio?

-Si, hermosa. Te quiero, prometo que en cuanto vuelva te daré muchos besitos.

-Está bien. Yo tambien te quiero.

Little BettsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora