Jughead se despertó a la mañana siguiente y se vistió para bajar las escaleras y tomar una manzana.
-Buenos días, cariño -dijo Gladys y besó su mejilla-
Él se apoyó en su hombro y ella acarició su mejilla.
-Saluda a Betty, se despertó para desayunar contigo pero se durmió de nuevo.
El pelinegro subió las escaleras y entró al cuarto de la más pequeña.
-Oye princesa -susurró acariciando su cabello-
Ella despertó y lo abrazó.
-Papi no te vayas -murmuró- canela ya no está.
-¿La perdiste?
-Yo no la perdí, desapareció y la extraño.
-Claro, amor. Dejame buscarla -dijo dejando su mochila-
Miró debajo de la cama y tomo el osito.
-Aquí esta canela, mi amor, descansa. Te quiero ¿si?
-No, no te vayas, me duele el dedo -dijo levantando su dedo meñique izquierdo-
-Pobre bebé -dijo siguiendole la corriente- ¿Quieres un abrazo?
-Si.
Él la abrazó y besó su frente.
-Muy bien, hermosa, papi se va ahora ¿si?
-No, tengo frío.
Jughead la cubrió con más mantas y se arrodillo junto a la cama.
-Estarás bien ¿si? no pasa nada.
-Quedate conmigo.
-Tengo que ir, mi amor. Pero estaré pendiente de mi telefono asi que si necesitas algo enviame un mensaje o llama a mamá ¿si?
-Esta bien. Te quiero.
-Yo a tí.
El se fue y vio a su madre junto a la puerta.
-Eres muy bueno.
-Y tu aterradora, no oigas mis conversaciones, mamá.
-Adiós, cariño -dijo y besó su frente- te amo.
-Yo a tí, adiós.
Gladys entró al cuarto de Betty y ella la miró.
-Quiero que Juggie se quede.
-¿Porque?
-Porque quiero abrazos.
-¿Puedo abrazarte?
Betty asintió.
-Descansa, Betts -dijo acostandose a su lado abrazandola-
-Eres mejor que mi mamá -dijo escondiendose en su pecho- ella nunca vino a verme desde que se mudó. Y yo tenía miedo.
Los ojos de la más grande se cristalizaron y la abrazó mas fuerte.
-No mereces eso.
-Ahora lo sé.
□
-Oye, Jones ¿que fue lo que paso en la fiesta el otro día?
-Betty necesitaba ir a casa asi que fuimos a casa.
-Tu chica no aguanta una fiesta -dijo Reggie-
-Betty no es mi chica y no los aguanta a ustedes.
-¿La rubia vendrá a estudiar aquí? di que si, por favor.
-La rubia tiene nombre y no, no vendra a estudiar aquí. Estudiará en casa, por idiotas como ustedes. Y Sweet Pea. Dios, lo odio.
-¿Qué pasó con él?
-Sí, ¿Qué pasó conmigo? -dijo el otro pelinegro de brazos cruzados entranado al salón vacio en donde estaban ellos-
-Que eres un desubicado.
-Tu eres el que se mete en conversaciones ajenas.
-Tu te estabas metiendo con Betty, y ella no esta a tu alcance. Eres muy poco.
-Lo dices tu. Es irónico.
Jughead rió y cruzó los brazos.
-Si, que lindo, ya te vimos.
Sweet pea se acercó a él y Jughead lo miró de arriba a abajo.
-¿Que te pasa?
El de ojos cafés estaba por soltar un golpe cuando el teléfono de Jughead sonó y él miró la mesa donde este estaba apoyado.
-Adios, te vas a tener que quedar con las ganas.
Jughead tomó su celular y salió del salón.
-Hola mamá, ¿pasó algo?
-Betty está llorando.
-No es un bebé, mamá. Sabe como... dale el telefono debo hablar con ella.
Al instante Betty tomó el telefono de Gladys.
-Juggie vuelve.
-No puedo volver, amor.
-Juggie te extraño.
-Lo se mi amor, yo a ti. Pero ahora no puedo estar en casa, puedes ver todas las peliculas y todos los dibujitos que tu quieras igual.
-¿En serio?
-Si, hermosa. Te quiero, prometo que en cuanto vuelva te daré muchos besitos.
-Está bien. Yo tambien te quiero.
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Little Betts
RomanceBetty se escapó de su casa a los doce años debido a su padre abusivo, y desde entonces, vive en una habitación de hotel con el dinero de su tía y su madre, quienes viven al otro lado del país. En ningun momento pensó que todo eso estaba a punto de c...