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Betty estaba a punto de dormirse, cuando Jughead azotó la puerta de su cuarto, con enojo.

-¡Y no me importa si te enojas!

Gladys suspiró y volteó para irse a su cuarto, pero vio a Betty parada en el pasillo.

-¿Están peleando?

-No -dijo y besó su frente- tranquila. Ve a dormir.

-¿Por qué gritó?

-Porque así es él, ve a dormir, cariño.

-Juggie no grita porque sí.

La mayor suspiró.

-Se enojó porque hable sobre ustedes con FP, y él no sabía que ustedes están juntos.

-Oh. ¿Y por eso grita?

-Seguro está de mal humor.

-Iré a hablar con él.

-No se acuesten tarde, por favor.

-Sí. Buenas noches, mamá.

-Buenas noches,amorcito-dijo y besó su frente-

Ella se fue a dormir, y Betty camino a la puerta de Jughead y golpeó esta tres veces.

-¿Juggie?

-No.

-Se que estás ahi, ábreme.

-Quiero estar solo.

-Pero yo no quiero estar sola -dijo en un tono triste-

Él suspiró y abrió la puerta.

-Entra, métete a la cama, y duerme.

Ella se tallo un ojo y estiró los brazos.

Jughead la levantó y la llevó hasta su cama.

-A dormir -susurró y besó su frente-

-¿Por que estas enojado?

-No estoy enojado.

-Me hablaste feo.

-Lo siento. Mamá me hizo enojar.

-¿Hay algo más?

Él suspiró y asintió acostandose.

-No soy tan bueno -murmuró- ya no merezco ser mariscal de campo y el entrenador no me saca del equipo seguro porque le doy pena. Y todos en el equipo deben odiarme.

-No lo creo -dijo y lo abrazó- no te presiones. Te veo todos los días en esas prácticas y siempre eres increíble.

-Creí que ya no me veías -murmuró-

-Siempre te veo -dijo y besó su frente- te amo, Juggie. Se que estás asustado porque crees que tener cáncer va a cambiar todas las cosas de tu vida. Y es probable que lo haga...pero no estarás solo cuando eso pase.

-Te amo, princesa.

Ella sonrió y los dos se durmieron.

Al día siguiente, Betty estaba sentada en las gradas mirando a Jughead, cuando Riff se sentó a su lado.

-¿Cómo estás? -dijo y besó su mejilla-

-Bien. ¿Tú?

-Bien. Oye, el otro día...Reggie me pregunto si él te gusta. Y no le respondí. ¿Que debería decirle?

-Obviamente, que no.

-¿Ni un poco?

Él bajó la mirada.

-No quiero traicionar a mi familia.

-¿Prefieres traicionarte a tí mismo?

Little BettsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora