Betty se levantó en la mañana, se lavó los dientes y se miró al espejo.
Un día nuevo acababa de comenzar, pero ella no sentía la capacidad de soportar un día entero más si no tenía quien la acompañe.
-Betts -dijo su madre entrando a la habitación-
Al entrar, la vio con los ojos hinchados y rojizos, volviendo a meterse a la cama.
-¿Vas a faltar hoy?
La menor asintió cerrando los ojos.
-¿Quieres que me quede contigo?
Ella se encogió de hombros.
-¿Te sientes bien?
La única respuesta que obtuvo fue una pequeña negación de la cabeza de cabello dorado, Betty se volteó en la cama y Gladys suspiró.
-Mi amor, lo siento.
Betty se quedó en silencio y su madre suspiró y salió de su habitación para caminar a la suya.
-¿Sigue sin hablar? -preguntó el pelinegro que se acostaba boca abajo en la cama-
-Sí, no se si está enojada conmigo o que le pasa.
-Cuando los adolescentes actúan así es porque no tienen fuerza para expresarse. Quizá solo necesita un tiempo.
Gladys asintió volviendo a acostarse pensando en dónde su hijo podría estar.
A muchos kilómetros de distancia, Jughead dormía en una cama, abrazando un gato mientras este dormía a su lado en la cómoda cama de dos plazas.
Su sueño fue interrumpido por un ruido proveniente de su celular, un mensaje.
Se volteó y cerró los ojos, pero algo hizo que se arrepienta, y lo tome de inmediato.
27 llamadas peridas de Betty y 40 de su madre lo alarmaron, para de inmediato llamar a la rubia.
Ella tomó el teléfono algo dormida y respondio con un simple "mhm"
-Amorcito ¿cómo estás?
-Papi. Papi vuelve.
-No puedo, bebé.
-¿Dónde estás?
-Lejos. Lamento no haberte respondido antes, cuando bajé del tren apagué el celular.
-Vuelve.
-No volveré por un tiempo, cariñito.
-¿Por qué?
-Porque mami y tu están mejor sin mí.
-No es cierto.
-Si es cierto.
-Papi, no puedo estar fuera de mi cama sin tí.
-Sí puedes. Eres una persona increíble, eres inteligente, eres fuerte y puedes hacer todo lo que te propongas. Yo se que no me necesitas.
-No quiero todo eso. Te quiero a tí.
-Yo también te quiero a tí, y por eso quiero lo mejor para tí.
-Lo mejor para mí eres tú.
-No. ¿Por qué no llamas a mamá, y que ella se quede contigo hasta que te sientas mejor?
-Jughead, no puedo hablar.
-Amor, si puedes.
-Te odio -dijo en un hilo de voz- ¿por qué me dejas?
-Lo siento bebé. En serio.
-No, si lo sintieras volverías.
Él suspiró.
-No es así.
-Si no quieres verme más solo dilo.
-Si quiero verte. Pero necesito un tiempo para pensar en algunas cosas.
-¿Y la escuela?
-Tu sigue yendo a la escuela, yo lo resolveré.
-No me abandones.
-No lo hago, mi amor.
-Si lo haces.
Ella cortó la llamada y cerró los ojos aún llorando.
Jughead suspiró y cubrio su rostro con la almohada soltando un grito ahogado en esta.
-Vete a la mierda, Jughead Jones -se dijo en voz baja-
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Little Betts
RomanceBetty se escapó de su casa a los doce años debido a su padre abusivo, y desde entonces, vive en una habitación de hotel con el dinero de su tía y su madre, quienes viven al otro lado del país. En ningun momento pensó que todo eso estaba a punto de c...