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Jughead besó la frente de la rubia acariciando su cabello mientras la abrazaba intentando que se duerma.

-¿Quieres un cuento?

-No.

-¿Una canción?

-No.

-¿Besitos?

-No.

-¿Que tengo que hacer para que cierres tus ojitos?

-Quiero a mi mamá -dijo en un hilo de voz-

Jughead levantó su rostro y dejó un suave beso en sus labios para tomar su celular y llamar a su mamá.

-Juggie, cariño ¿está todo bien? won las cuatro de la mañana.

-Betty te extraña y no duerme.

-Dejame hablarle.

Él le dio el telefono a la menor y ella lo tomo con rapidez.

-Mami.

-¿Qué pasa, mi amor?

-Te extraño.

-Yo tambien te extraño, cariñito, pero tienes que dormir.

-Quiero que vuelvas ahora.

-No puedo volver ahora, hija. Ahora debes descansar.

-No.

-Mi amor, mañana Juggie debe ir a la escuela, y te prometo que cuando yo llegue a casa, me acostare a dormir contigo, pero ahora debes descansar sola.

-Quiero que estes aquí. Tengo miedo.

-¿De que?

-De lo oscuro.

-Prende la luz y duerme con Juggie y con Canela. Ellos dos te cuidarán mucho mucho.

-Está bien -dijo con un puchero-

-Te amo, mi amor.

-Yo a ti.

-Buenas noches, princesa.

-Buenas noches.

Ella cortó la llamada y abrazó a Jughead.

-Tu me cuidas ¿verdad?

-Si, descansa, mi amorcito.

Betty cerro los ojos y se durmió con rapidez. Al día siguiente, Jughead despertó y miro a la rubia, quien aún dormía, abrazándolo y con la cabeza en su pecho.

-Betts -susurró-

Acarició su cabello y la dejó a su lado para levantarse, pero no pudo, las manos de la más pequeña lo retuvieron abrazándolo con fuerza y suspiró.

-Amorcito, debo irme a la escuela.

Ella negó y él besó su frente.

-Si quieres me puedes acompañar, tengo practica de futbol por una hora y luego debes volver a casita ¿sí?

-Está bien -dijo con un puchero- yo queria que te quedaras a dormir conmigo.

-Lo se, yo también.

Los dos se levantaron y se vistieron para bajar a desayunar.

Mientras comian sus tazones de cereal, Jughead miró su celular.

-Oye, si Moose se te acerca, te habla, o te mira, avisame y le rompo la nariz.

-Está bien. Pero se como defenderme.

-¿Desde cuando?

-Desde que creci sola en una habitacion de hotel.

Él besó su frente.

-Es verdad, eres muy fuerte.

-Lo soy.

-Eso es -besó su frente- Vámonos.

Little BettsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora