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-Un tallarín, un tallarín que se mueve por aquí que se mueve por alla -cantaba Jughead con la rubia en su pecho, haciendo que un dedo de ella baile con la cancion- todo pegoteado con un poco de aceite, con un poco de sal. Y te lo comes tú.

-Otra vez -dijo con la voz débil-

-Un tallarín, un tallarín...

Su madre entró a la habitación y Jughead se detuvo mirándola.

-Mamá -dijo Betty-

-Vamos a hablar -dijo y los tres se sentaron en la cama- creo que Betty tiene que saber sobre Rosie. Es lo correcto.

Jughead asintió y Gladys tomó a la menor y la puso en sus piernas.

-Yo, cuando Juggie era más pequeño, quería que él tenga una hermanita. Así que me embaracé. Pero...cuando ella nació, tuvo algunos problemas para respirar. Se la llevaron para ayudarla, y Juggie se quedó conmigo. Eramos solo nosotros dos, como siempre fue, pero el no paraba de preguntarme cuando iba a ver a su hermanita. Hablamos de todas las cosas que él iba a hacer con su hermana cuando ella crezca. Nos dejaron ir a casa con Rosie porque ella estaba bien. Lo hicimos, pero dos días después...

Su voz se quebrantó, sus ojos comenzaron a soltar lágrimas y Jughead tomó su mano.

-Rosie falleció. Solo tenía dos dias de vida y nos dejó. Juggie lloró mucho, el solo quería una hermanita, era difícil para él hacer amigos pero no le gustaba estar solo. Y cuando podía tener una... esto pasó.

-Que feo -dijo Betty abrazando a su madre-

-Lo sé -dijo acariciando su cabello mientras secaba las lágrimas de Jughead- una parte de mi quería que ustedes sean lo que Jughead y Rosie nunca pudieron ser. Y eso está mal, y lo siento mucho.

-Betty no es Rosie -dijo Jughead en un hilo de voz abrazando sus rodillas-

-Lo se.

-Yo no quería que tu estés triste, mami -dijo Betty abrazándola más fuerte- tú me ayudaste y yo no quieronponerte triste.

-Tú nunca me pondrás triste, cariño. Tú me haces feliz. Recordar el pasado me puso triste, pero no es culpa de ninguno de los dos ¿sí?

-Sí

-Muy bien. ¿Qué es lo que querías hacer antes conmigo?

Betty se acosto en medio de Jughead y Gladys.

-Mimitos porfa.

Jughead rió y Gladys la abrazó y besó su mejilla mientras Jughead acariciaba su cabello.

-Te amamos ¿sabes eso? -dijo Gladys-

-Lamento no ser como tu esperabas, mamá.

-No digas eso. Yo solo quiero que seas feliz, no me importa el resto.

Ella sonrió y paso una de sus piernas por encima de las de Jughead, tomando su mano.

-Juggie otra vez.

-Un tallarín,un tallarín, que se mueve por aquí que se mueve por alla-

-¿Recuerdas esa canción? -dijo Gladys-

-Claro.

Ella sonrió.

-Solía cantarle esa canción cuando estaba triste.

-Juggie me canta esa canción cuando estoy triste.

Taylor entró a la habitación y rió.

-Oigan, esa es mi cama.

-Ya nos vamos -dijo Gladys- ¿Prepararon sus mochilas?

-Si -dijeron al unísono-

-¿Por qué nos vamos? -dijo la rubia con un puchero- quiero quedarme. El abuelo dijo que si quiero puedo quedarme para siempre.

-Lo sé, pero tenemos una semana ocupada, cariño.

Ella bufó.

-Ellos son malos -dijo mirando a su abuela- no los dejes llevarme.

Taylor rió y besó su frente.

-Vamos, vayan a buscar sus cosas, no queremos que tengan que conducir de noche.

Luego de un rato, los tres estaban en el auto, en camino a casa.

-Que lindos son los unicornios, desearía que fueran reales -dijo mirando su peluche rosa-

-Yo también -dijo Jughead- ahora duerme, rubia.

-No quiero. ¿Por qué es una semana ocupada, mamá?

-Porque hicimos un arreglo con el director de la escuela de Jughead...es lo mejor para tí ¿sí? no te enojes. Pero si completas un proyecto para aprobar los años de escuela que te faltan, puedes empezar a ir a Riverdale High.

-Mamá -dijo en un quejido- no quiero.

-Lo se. Se que da miedo, pero harás amigos, y siempre estarás cerca de Jughead, excepto en clase, así que si tienes miedo, o estás nerviosa, él estará contigo.

-Sí, pero vas a estar bien ¿sí? -agregó Jughead-

-¿Y si no hago amigos?

-Los harás, lo prometo.

-Bueno -dijo dudosa- está bien.

Little BettsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora