Betty entró a la habitación de Jughead al llegar de la escuela y besó su frente para despertarlo.
-Hola princesa -dijo y tomó su mano-
-Hola ¿cómo te sientes?
-Un poco mejor que en la mañana.
-¿Qué almorzaste?
-Almorcé...sí.
-No almorzaste.
Él negó.
-Lo siento.
-No pasa nada, mi amor. Pero debes comer algo. ¿Quieres...sopa?
-No.
-Arroz.
-No.
-Ensalada.
-No.
-Mi amor, al menos debes comer un poco, apuesto a que por eso te enfermaste.
-No puedo enfermarme por no comer.
Ella suspiró y se acostó a su lado abrazándolo.
-Cuando no comes nada, tu cuerpo no tiene las vitaminas que necesita, y eso hace que tu sistema inmunológico se debilite y tengas las defensas bajas, entonces te enfermas fácil.
Él volteó a verla y frunció el ceño.
-¿Cómo sabes todo eso?
-Un poco lo aprendí por experiencia y otro poco por biología. Es interesante.
Jughead sonrió.
-Te encanta ir a la escuela ¿verdad?
-Mucho -sonrió-
-Me alegra que estés feliz.
-No cambies de tema. ¿Qué quieres comer?
-Sopa -suspiró- solo un poquito ¿sí?
-Bien.
Ella bajó las escaleras y vió a su mamá entrar por la puerta.
-Mamá -sonrió- volviste.
-Sí, cariño. ¿Siempre estás tan feliz de que volví?
-Es que así puedes hacer la sopa y no me quemo.
-Creí que era porque me amas y me extrañas cuando no estoy.
-Eso también.
-¿Y me das un abrazo?
Betty corrió hacia ella y la abrazó.
-Hoy fui a la escuela y dejé a Canela en casa.
-Muy bien, cariño, eres muy valiente.
-Lo sé. ¿Puedes hacer la sopa de Juggie?
-Claro -rió-
La rubia se estaba por ir por las escaleras cuando su madre la hizo detenerse.
-Betty, nada de besos ¿me oiste? No te quiero a ti tambien enferma.
-Pero-
-No, dije que no.
Ella bufó y subió a la habitación del pelinegro.
-Volví.
-Ya veo. Ven conmigo -dijo tallandose un ojo- tengo frío.
Betty lo abrazó y se acomodó en su pecho cerrando los ojos.
-Te extrañé hoy en la escuela.
-No se nota.
-¿De que hablas?
-De que cuando no estoy vas muy abrazadita con ese amigo tuyo.
-¿Y tú como sabes?
-Archie me contó.
Ella asintió y lo miró.
-¿Y por que te molesta? Conoces a Riff, y me conoces a mi. Sabes que somos amigos.
-Justamente porque conozco a Riff y se que es mayor que yo, y mejor que yo, y-
-Y te hace sentir lo que yo siento por Ally.
-Es distinto, no-
-Tú no estás siempre, Juggie. Y sabes como soy, si no tengo un abrazo cada diez minutos, lloro.
-¿Y por qué no puede abrazarte otro?
-¿Qué hay de malo con Riff? Él es bueno.
-Es una serpiente y tiene dieciocho, eso está mal con él.
-¿Quién es una serpiente y tiene dieciocho? -dijo Gladys dandole su sopa a Jughead-
-El amigo de Betty.
-Y este amigo...¿por qué es tema de conversación? -dijo sentandose en la cama-
-Mamá, no-
-Porque se quiere meter entre los pantalones de tu hija.
-¡Jughead! Eso es mentira. Puras mentiras.
-La mayor suspiró.
-¿Entonces?
-Él es mi amigo, y me dio un abrazo, así que el infectado se enojó.
-No estoy infectado -dijo en un puchero- solo tengo gripe.
Gladys acarició su mejilla riendo levemente.
-Controla tus celos,y tú -miró a Betty- cuidado con quien te juntas ¿sí? no te quiero en el lado sur. Es peligroso.
-Si, mamá.
-Muy bien ¿tienes tarea?
Ella negó abrazando a Jughead.
-Preguntaré de nuevo ¿Tienes tarea?
-Si -murmuró-
-Ve a hacerla.
-Solo un ratito más.
-Diez minutos.
ESTÁS LEYENDO
Little Betts
RomanceBetty se escapó de su casa a los doce años debido a su padre abusivo, y desde entonces, vive en una habitación de hotel con el dinero de su tía y su madre, quienes viven al otro lado del país. En ningun momento pensó que todo eso estaba a punto de c...