Enamorarte de unas palabras es fácil. No, en serio es terriblemente fácil y más para Ian Hargitay.
El responsable es Liam Belzer.
Pero no sólo serán palabras de miel las que enamoren a ambos, también serán los actos que hagan participe el otro.
"...
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Sentirse mierda era poco. Inclusive podría sentirme como la cosa más vil del mundo y de todo el universo entero y eso no mejoraría nada en lo absoluto. Eso no iba a reponer en absoluto las lágrimas de Finn tras aquellas palabras que Nathan le había dicho; el ojiazul se había mordido los labios y asintió para abrazar en puntitas por el cuello al mayor, besar su mejilla y después irse mientras Nathan se desmoronaba ahí mismo y empezaba a llorar. Era extraño, nunca lo había visto llorar y dudaba que alguien lo hubiera hecho en realidad pero aquel gesto de debilidad de parte del ojiverde me hizo más mierda de lo que me había dejado aquella discusión en donde Liam me había sacado a rastras y me había dicho algo como “no es tu culpa, niño bonito, no lo es” por más que él mismo supiera que sí lo era.
“En serio, Ian no te preocupes. Estoy bien, no como debería estar pero veamos el lado bueno, ¡él no rompió conmigo! :D”
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No, no rompió contigo pero te destrozó el corazón y el aclamado tiempo solía durar algo indefinido.
“Finn en serio, dime que puedo hacer para ayudarte. No puedo soportar esto. Por favor, Finn”
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