XXXI: "Te amo"

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Aviso: Contenido homoerótico.

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La nieve ya volvía a acumularse en el suelo y en muchos lugares más. Íbamos a pasar la primera recta de relación justo en unas horas más, él me abrazaba y yo también lo hacía tratando de transmitirle todos aquellos sentimientos que él me hacía sentir y que realmente apreciaba al hacerme una mejor persona. Estaba acomodado entre sus piernas y sus manos apretaban mi cintura con cariño mientras besaba mi nuca casi en un roce cuidadoso, acabábamos de salir de la ducha por lo que ambos aún estábamos algo húmedos pero realmente no nos importó cuando nos vimos de repente y sonreímos al mismo tiempo, entonces terminamos en su habitación abrazados en silencio mirando como los minutos pasaban cada vez más.

—Falta poco.

Asentí, ladeando la cabeza para besarle el cuello y él recibió la caricia con una sonrisa y con pequeños besitos en donde caían, susurraba "te quiero" a cada rato y me hacía muy feliz el que lo dijera, como también me hacía muy feliz el que su mente, involuntariamente, esté destinando esos pequeños blancos besos a unos seguramente más bochornosos de mencionar.

Aunque obviamente, él no iba a dar el primer paso para aquello.

Eran las 2:00 am, según el reloj digital, por lo que era un buen tiempo para aquello. Giré medio cuerpo, lo justo como para adueñarme de sus labios y empezar a moverlos con los míos en un compás lento, como debía ser, y coloqué mis manos en su cuello, brindándole caricias al inicio del cuero cabelludo en la nuca de mi chico. Él simplemente se dejó hacer, involucrando poco a poco su lengua y sin acelerar el ritmo que era simplemente lo necesario. Poco a poco, sus manos se colaron bajo el suéter que traía y acariciaron la piel de mi abdomen y me sentí estremecer ante su toque, así como también cuando él acarició mi espalda y oh Jesús, quería ver su espalda, definitivamente.

Palabras de miel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora