05: Pura pesadilla

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Capitulo 5:
Pura Pesadilla

-Pensaba que no querias compartir el mismo aire que yo. Por como me has hablado antes...

-No es por ti, de hecho eres con el único que me he sentido cómoda desde que he llegado. -le aseguro, y las palabras se me atascan.- Es solo que he tenido muy mal día y en ocasiones exploto. Soy como un bidón de gasolina al que le echas una cerilla, sólo que... Siempre me quemo yo sola porque no estoy aconstumbrada a que nadie esté junto a mi.

Robert frunce el ceño y luego sin más deja caer su bici al suelo y se sienta en el escalón que hay en la puerta de mi casa. Saca un cigarro lo enciende y comienza a fumar, luego de unos minutos me mira fijamente y dice:

-Adelante tengo todo el tiempo del mundo.

Dicho esto, me regala una sonrisa y me hace un gesto para que me siente.

No se que me sorprende más que esté fumando un chico que no tendrá más de diecocho años o que alguien se haya ofrecido a escucharme.

Cuando me siento y comienzo a hablar pierdo la noción del tiempo hasta que alguien pega un grito pronunciando el nombre de mi nuevo confidente.

-¡ROBERT! -vuelven a gritar.

Él se levanta tirando el cigarrillo al suelo, mientras que suelta el humo mira hacia la azotea. Yo le sigo y me coloco a su lado.

Chantel y Zippy nos miran fijamente desde arriba.

-¿Podeis dejar de hablar y subir de una vez?

Robert rueda los ojos y agarra su bici dirigiendose hacia mi nueva casa...

-¿Qué haces? -le pregunto sin pensar.

Él sorprendido mira hacia la puerta y después me vuelve a mirar.

-Pues... ¿entrar? -dice como si fuera obvio.

-¿Asi? ¿sin avisar?

Él se rie y sin decirme ni una palabra entra a casa, yo le sigo, alucinando con la situación.

-¡Buenaaas! -dice elevando la voz.

En menos de un momento, mi padre y mi nueva madrastra aparecen por el salón.

-¡Dios mio Robert! Que alegria verte -dice Mariasa acercándose a él.

Se abrazan como si se conocieran de toda la vida y luego mi padre sorprendentemente le saluda también.

-Vaya Alex, veo que ya conoces a Robert, es un gran chico, amigo de Chantel.

Robert gira levemente la cabeza para susurrarme:

-¿Alex...? -deja caer en tono burlón.

Yo ruedo los ojos y paso hacia delante para acercarme a mi padre.

-¿Puedo subir a mi habitación? Es tarde y estoy cansada.

Mi padre asiente con una sonrisa dulce y me dirijo para subir las escaleras cuando su voz me frena de nuevo.

-Oye... Ha llamado la abuela diciéndome que no has ido a su casa... ¿Qué ha pasado?

Cuando voy a contestar, Robert me interrumpe para responderle él.

-Se perdió, y yo la encontré -dice orgulloso.

Bufo al escucharle y subo encerrandome en mi habitación.
No queria que mi padre supiera que me he perdido, le dije que lo tenía todo controlado, no quiero que se piense que tiene una hija torpe y despistada.

Me tumbo en la cama y no me da tiempo a ponerme los cascos cuando abren la puerta.

¡NI UN SEGUNDO DE TRANQUILIDAD!

Robert entra y se queda quieto mirándome fijamente.

-¿Necesitas algo...? -le digo amablemente aunque por dentro tenga ganas de gritar sin parar.

-No -responde sin más.

Me siento en la cama y un gran silencio inunda la habitación. No sé que hace aquí.

De repente alguien abre la ventana y se cuela dentro de la habitación.

Es Chantel.

-Vamos -le dice a Robert mientras hace un gesto con la cabeza.

Yo sin entender nada abro los ojos como platos contemplando la situación.

¿Se piensan tirar por la ventana o que?

-¿Vienes...? -me pregunta Chantel

-¿A dónde?

-A la azotea. La única manera de llegar es pasando por esta ventana, luego subes dos o tres escalones y llegas al techo de la casa, bueno como a nosotros nos gusta llamarlo "la azotea" aunque no lo sea exactamente...

Espera, ¿lo he entendido bien...?

-Osea que ¿tenéis que pasar por aquí cada vez que tengáis que salir o entrar?

Chantel asiente mientras que Robert me suelta:

-¿Y como quieres que entremos? ¿Escalando?

-Conociendo a tu amigo no me extrañaría -digo con la voz baja refiriéndome a Zippy

Ni Robert, ni Chantel me escuchan por lo que se quedan mirándome sin reacción ninguna.

-No voy, es tarde y tengo que dormir.

Ambos se miran y estallan a carcajadas.

-¿Tarde? Son las nueve de la noche, Alessia -dice Chantel.

-Bueno, pues para mi es tarde, así que cerrad la ventana y... bueno cuando tengáis que salir no hagáis ruido.

A continuación me tumbo en la cama de forma brusca y enojada y me tapo hasta arriba con la sábana.

Todo se vuelve oscuro e intento relajarme para conseguir dormirme y que este dia pase lo más rápido posible.

Deseo que sea una pesadilla pero se que no lo es.

Mientras me concentro en agarrar el sueño escucho como Chantel y Robert se ríen a mis espaldas y luego cierran la ventana.

Ya habrán salido y estarán en la azotea, seguramente criticandome o riéndose de mi, no se cuál de las dos opciones es peor. Pero a ambas estoy aconstumbrada, es lo que suelen hacer la gente del instituto conmigo.

Wild Things [ Español ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora