55: Siempre una estrella

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Capitulo: 55
Siempre una estrella

He pasado mi primera noche en la casa de los hermanos. He dormido sola en el sofá, es lo mejor si no quiero acabar en la cama de alguno de los dos.

Es de locos que hayan podido llegar a gustarme los dos hermanos a la vez.

Cada vez que lo pienso me vuelvo loca.

—¿Cómo estás? —pregunta Zippy a mis espaldas.

Su voz ronca me provoca un escalofrío. Me giro y le veo entrando al salón con un vaso de café en la mano, despeinado y con cara de dormido. Me obligo a mirar hacia otra parte sí no quiero seguir pillándome.

—Que madrugador, son las cinco y ni si quiera ha amanecido —respondo con sequedad.

–No puedo dormir bien sabiendo que estoy perdiendo el tiempo arriba solo, sin ti -deja caer sonriente y vacilante.

Ruedo los ojos aunque se me escapa una sonrisa.

—Aún es de noche, puedes subir eh —suelta picaramente

—Aún es de noche, puedes subir eh —suelta picaramente

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—No —digo conteniéndome la sonrisa.

Me cuesta estar enfadada con él porque aún le quiero, pero quiero que sepa que lo que hizo no está para nada bien.

—¿Por qué?

Voy a contestar cuando Olivia bajando lo hace por mi.

—Porque no creo que quiera pasar lo que queda de noche con un imbécil que ronca como un loco —dice con toda la naturalidad del mundo.

Él hermano le regala una sonrisa falsa y forzada.

—Buenos días a ti también hermanita —dice Zippy mientras que se marcha al baño.

Luego Olivia se acerca a mi sorprendentemente con una sonrisa. Tengo que decir que desde el beso está mucho más simpática conmigo.

—Ven te quiero enseñar una cosa —dice ofreciendo su mano para que se la agarre.

Ambas subimos las escaleras hasta llegar al último piso donde una sola puerta ocupa el pasillo.
La abre y camina a la azotea.

Allí tiene dos sillas puestas y una mesa de jardín.

Nos sentamos y me enseña el cielo, lleno de miles de estrellas.

De nuevo, como en aquel entonces señalamos las constelaciones y las estrellas más bonitas y brillantes, aunque a mi la estrella que más me gusta es ella...

La verdad que esto es súper agradable me he estado sumida en una rutina asfixiante durante los últimos años por culpa de mi madre. Ahora que ha desaparecido, siento que respiro.

—Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea ¿verdad? —me muerdo el labio, vacilante—. Se que siempre soy yo la que hablo de mis problemas pero...

 Se que siempre soy yo la que hablo de mis problemas pero

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—Me encanta escucharte -me interrumpe. Puede que a veces te pongas un poco pesada, pero se perdona —dice en un tono guasón.

Asiento con lentitud muy aliviada, mientras no aparto los ojos de los de Olivia.

—No se que tenemos pero me gusta —menciono como punto a mi favor.

—No hace falta tener algo para sentir cosas. A mi no me gusta ponerles etiquetas a nada, ya me conoces —dice mientras desvía su mirada a las estrellas.

—Olivia... yo...

Pero no hace falta acabar porque parece que me lee la mente.

—Se que estas confundida, entre mi hermano y yo. No soy tonta veo como le miras aún —se toma mi silencio como una respuesta afirmativa—. No quiero presionarte.

Esto es lo que más me gusta de ella... La conexión tan fuerte que tiene conmigo, es como si pensara igual que yo o como si me conociera tanto como para saber como me siento. Es increíble tener una persona así a tu lado, te hace sentir bien y escuchada.

Ella me agarra la mano y yo luego me apoyo en su hombro

hasta que Zippy sube y carraspea para hacerse presente, Olivia pega un saltito y se reincorpora inmediatamente soltándome la mano

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hasta que Zippy sube y carraspea para hacerse presente, Olivia pega un saltito y se reincorpora inmediatamente soltándome la mano. Zippy al vernos se queda extrañado, pero no indaga en el tema solo avisa de que los demas han llegado a casa.

Bajamos a toda prisa, los cité a todos a las ocho de la mañana para hablar sobre el plan. Se que es temprano pero no hay tiempo que perder.

Colocamos sillas en medio del salón y apartamos los sofás. Ponemos una pizarra de estas que al escribir borras y yo me quedo al lado como si de una profesora se tratase. Los chicos se sientan en todas las sillas correspondientes delante de la pizarra.

Y llego el momento de realizar el plan más arriesgado de todas nuestras vidas.

Wild Things [ Español ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora