Wild Things [ Español ]

49: La llave

Capítulo: 49
La llave

Las gemelas asienten pero insisten en llamar a su madre para avisarlas de que se vienen conmigo.

Como se me ha podido olvidar ese detalle tan importante de que alguien las tendría que venir a recoger.

Una de las pequeñas marca el número y habla con ella. El afecto que su madre tiene en mi hace que termine aceptando en que lleve a las gemelas a casa.

Ella sabe de sobra que les tengo mucho cariño, además de que sabe que soy muy buena amiga de Robert.

Caminamos a casa juntas, está bastante lejos, al lado de la casa de Zippy y Olivia por lo que hay que cruzar el pueblo entero porque la academia está a nada más entrar.

Mientras que andamos, hablamos del baile de la semana que tienen que hacer y les ofrezco mi ayuda para practicar los pasos.

La música es algo que me apasiona desde pequeña, las melodías me hacen sentir más tranquila.
Se tocar varios instrumentos además de cantar y bailar. Todo aprendido por pura pasión.

Empecé a cantar cuando tenía ocho años, por aquel entonces era una niña bastante tímida e introvertida por lo que nunca dejaba que mi voz fuera escuchada por otros.
Solía pasarme las tardes encerrada en mi cuarto aprendiendo a tocar la guitarra o el piano.
Lo tenía que hacer a escondidas de mi madre porque como siempre, ella odia el arte.

Llegamos a casa de las pequeñas. Llevo a Sol en brazos mientras que Luna tira de mi mano para que me apresure a llegar a su cuarto.

Robert no anda en casa y ninguno de sus padres. Tengo vía libre para espiar.

Subo al cuarto con ellas y es cuando les digo que voy a ir un momento al baño. Ellas se quedan dejando las mochilas mientras que yo bajo las escaleras.

Todos sabemos que no voy al baño.

Cuando termino de bajarlas me desvío hacia la entrada, donde está de nuevo esa gran puerta que lleva a la habitación prohibida del sótano.

Abro la puerta y esta hace el típico chirrido de las películas de terror.
Voy bajando las estrechas escaleras mientras que observo la puerta, su aspecto sigue igual. Tal y como lo recordaba. Una puerta de madera muy vieja llena de polvo y como no, cerrada con cerradura y por si fuera poco, un candado también la acompaña.