Wild Things [ Español ]

42: Llamadas sospechosas

Capitulo:42
Llamadas sospechosas:

Caminamos hasta un viejo edificio de una sola planta que es bastante ancho y largo.
En el centro hay una puerta de madera en mal estado. Juraría que esto está abandonado

Robert camina primero para abrir la puerta, parece que han debido de entrar aqui más de una vez porque tienen controlado el candado que lo cierra.

Cuando entro me quedo asombrada con lo que veo, una inmensa sala con varias sillas y sillones se reflejan en mis ojos.

—Lo siento, espero que te puedas conformar con estos sillones que trajimos desde la casa —dice Chantel.

—Este cine cerró en 1980, lo quitaron todo y lo dejaron vacio. Supuestamente se iba a construiir un gimnasio pero al final fue suspendida la obra—-prosigue Robert mientras él también lo observa todo de nuevo.

—Y se conviritió en un establecimiento vacío y solitario hasta que llegué yo, con siete años y lo descubrí —dice Zippy mientras me sitúa su brazo por encima de mis hombros.

—Descubrimos dirás —le corrige Olivia con un tono chulesco.

Zippy rueda los ojos ante la mala contestación de su hermana, luego me sonrie y me da un beso para tirarme de la mano y sentarme junto a él en un sillón con el espacio justo para nosotros. Los demás se sientan en varias sillas que hay repartidas por la sala.

—Y ahora disfruta de este asombroso momento —dice Zippy susurrándome al oido.

Es cuando en este preciso momento toda la sala se ilumina por el inicio de una escena de una película.

Mi cara es todo un poema, estoy asombrada y a la vez extraña ¿Cómo han logrado esto? No habia nada en la sala, lo quitaron todo cuando lo iban a demoler.

Para salir de dudas comienzo a preguntar por muy pesada que le vaya a parecer.

—¿Cómo es posible? No hay pantalla, ni si quiera una lona.

Es cuando Zippy señala justo encima de nuestras cabezas. Un gran proyector blanco de última generación ilumina la sala con la película. No hace falta ninguna lona, ni pantalla donde pueda ser proyectada, es tan tecnológico que tiene una calidad increible aun proyectandolo en una simple pared.

—¿Cómo lo habeis conseguido? Tiene que costar una pasta —digo observándolo atentamente

—Lo hemos comprado —me susurra Zippy.

Mis ojos se han desorbitado. En efecto hay algo que no me cuadra en esta situación.

—¿De dónde habeis sacado el dinero? —pregunto lo más descarada posible.

El rostro de Zippy se hunde en una preocupacion inminente. Se queda boquiabierto mientras balbucea como puede.

Cuando voy a insistir en el tema la campana lo salva porque lo llaman por teléfono en este mismo instante.

Saca su móvil y veo la llamada. Es es un número oculto, espero a que cuelgue porque es lo más normal cuando estás viendo una película con tu novia. Pero en lugar de eso, me excusa diciendo que es importante que tiene que atender. Zippy sale de la sala a paso ligero.

No estoy entendiendo nada pero esto me da una mala palpitación.

De repente un susurro detrás de mi oreja me hace pegar un rebote en el sillón.

Es Olivia.

—Parece ser que tu noviecito no es del todo sincero contigo...