32: Primer misterio

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Capitulo 32:
Primer misterio

Me despierto aunque algo cansada, ya que volvimos muy tarde ayer.
Al levantarme veo como Chantel se termina de vestir muy apurada, ante su preocupación, pregunto intrigada.

-¿A dónde vas?

Se queda quieta por un momento, pensativa.

-Con los chicos... -dice balbuceando.

Yo me levanto de la cama con una cara ilusionada y con una sonrisa gigantesca, nerviosa por saber que vamos a hacer hoy.

-¿Puedo ir? -suena mi voz entusiasta.

-No

Su respuesta me hace quedar en shock. Siempre me invita a ir a todos los sitios con ellos pero hoy no.
¿Que ha cambiado?

-¿Por...? -pregunto decepcionada.

-Es... porque... -el silencio vuelve abundar.

-¿Si...? -insisto.

-Vamos a un cumpleaños de una chica y ya sabes invita sólo a los que conoce y a ti bueno... pues no es el caso.

¿He mencionado ya que Chantel no sabe mentir?
Comienza a sudar y a tartamudear como una loca, además de que siempre se para a pensar una excusa.

Espontánea no es que digamos.

-¿Qué chica? ¿Cómo se llama?

Intento que me confiese que miente, o almenos afirmar yo misma mi teoría de esta falsa.

-No la conoces.

-Chantel esto es un pueblo, ya conozco a casi todo el mundo.

Refunfuña pero a lo disimulado, yo sigo insistiendo.

-¿Además un cumpleaños a las doce de la mañana?

-¡BASTA YA! -grita Chantel-. No puedes venir y punto

Es la primera vez que la veo actuar así, no es propio de ella. El agobio se le representa en el rostro, pero ¿Por qué? ¿Que está pasando?

Cuando termina de recoger su pijama y meterlo demtro del armario, sale por la puerta pitando y yo la sigo.
Bajamos las escaleras y abre la puerta de la casa ella sale corriendo pero yo me quedo en la entrada.
Abro de nuevo la puerta y me quedo quieta con ella.

Veo que la recoge un coche que va conduciendo Zippy, a su lado Robert y atrás Olivia esperando a que su asiento de la derecha lo ocupe Chantel.
Todos me miran y juraría que algo pasa, ni si quiera me saludan, solo me miran con tristeza...
Pero ¿por qué?

El motor del coche comienza a sonar y de un segundo a otro, desaparece por la carretera.

Subo a mi habitación y me vuelvo a intentar dormir, mejor cerrar los ojos antes que rayarse por una tontería como esta.

Pero a quien quiero engañar, he dado miles de vueltas y nada... El sueño parece que no quiere venir, por lo que decido bajar al salón a comer algo, allí me recibe mi madrastra.

-¿No sales hoy cariño?

-Pues por lo que se ve no -digo con una mueca de disguto tirándome en el sofá.

Ahora que lo pienso mis modales han cambiado mucho desde que estoy aquí.

-¿No vas a casa de Robert?

Frunzo el ceño

-¿Cómo?

-Pues que se han ido a casa de Robert por lo que tengo entendido -dice encendiendo la tele sin darle importancia.

Siento un nudo en el pecho de repente, un pequeño aviso de que algo no va bien.

-¿A dónde vas? -pregunta

Agarro el chaquetón y me pongo los zapatos a toda prisa.

-A casa de Robert -digo justo antes de cerrar la puerta.

Caminando por la calle, me percato de que aún tengo el pijama debajo por lo tanto me abrocho el chaquetón para que no se note nada, aunque el calorcito primaveral que hace aquí me hace querer hacer lo contrario.

Me posiciono en la famosa rotonda justo para empezar a subir la cuesta, ya reconozco el camino perfectamente.

Todo recto hasta llegar al kiosko, luego a la izquierda, una calle antes de la casa de Zippy y Olivia.

Sigo caminando, teniendo mi mente en otra parte.
Es cierto que desde que llegué a este sitio ninguna de las piezas me encajaban, como si todo aparentara estar bien pero algo me decía que no era así, por lo que no me extrañaría que esté ocurriendo algo a mis espaldas.

Llego a la puerta y toco al timbre muy despacio como si me quemara, cuando verdaderamente lo que me quema es la incertidumbre.

La puerta se abre y en menos de cinco segundos esta de par en par pero el recibimiento me sorprende.

Una niña pequeña morena me mira frunciendo el ceño.
Me llega por la cintura asi que le pongo unos ocho años como máximo.

-¿Quién eres? -dice con una voz angelical.

Pero no me deja responderle cuando se echa la mano a la boca sorprendida.

-¡No me digas! ¿Eres la novia de mi hermano, verdad? Si, es que sabía que me lo ocultaba.

Espera... ¿Esa pequeñaja es hermana de Robert?
Estoy sorprendida pero debo decirle que no soy su cuñada antes de que se ilusione.

-No soy su novia, soy su amiga, he venido a verle.

La niña pequeña pone una mueca de tristeza con un puchero de acompañante.

-Bueno, pasa. Él no está pero debe de estar apunto de llegar.

Recibo las órdenes y paso, tienen una pequeña entrada que conecta con un salón muy extendido. La casa es muy parecida a la de Zippy al estar una calle más atrás deben estar construidas más o menos igual.

-Te voy a traer algo de beber, ¿Qué quieres?

Apenas me siento en el sofá y le digo que me traiga lo que ella quiera.

La niña me sonríe dulcemente y va a la cocina que está justo atrás mía.

No pasa ni una milésima de segundo cuando escucho la puerta de lo que parece ser el baño. Me giro para observar y veo como la misma niña sale del baño cuando un segundo antes se había ido para la cocina.

La chica se queda impactada mirándome, como si hubiera visto un fantasma.

-¿Tu no estabas en la cocina? -pregunto inocentemente.

De repente la niña se pone a gritar dejándose toda la voz.

-¡MAMA HAN ENTRADO A ROBAR! -dice inmóvil.

¿Qué? ¿Pero qué dice? Si me acaba de abrir la puerta, acabamos de hablar hace unos cinco minutos.
¿Que está pasando?

-¿Qué pasa? -dice una mujer alta y rubia saliendo de la cocina.

Cuando iba a responderle veo aparecer una niña exactamente igual a la del baño poniéndose junto a ella.

¿Qué?

Me levanto y me acerco a ambas, las chicas se me quedan mirando.
Yo intento buscar una explicación para entender el porqué hay dos personas exactamente iguales pero no me da tiempo, porque mi visión se vuelve negra y siento como mi cabeza choca contra el suelo.

Poco a poco pierdo la noción del tiempo....

Wild Things [ Español ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora