12: La casita rosa

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Capitulo:12
La casita rosa

Camino a paso ligero, sintiendo como las hierbas secas me hacen cosquillas en los tobillos.

Al final he decidido seguirlos, tampoco me he parado mucho a pensarlo, se que si lo analizo todo al final acabaré volviendo.

A veces es mejor no pensar en las cosas y hacerlas, vengan las consecuencias que vengan.

Sigo por este estrecho camino cuando veo como giran una pequeña curva y corro para no perderles, pero como ya me imaginaba la suerte no corre a mi favor y una piedra se cruza con mis pies haciéndo que me coma todo el barro del suelo.

Me levanto asqueada con ganas de vomitar, tengo barro hasta en el sujetador. Intento sacudirlo un poco pero el barro es tan pegajoso que es imposible, por lo tanto me quito la sudadera blanca y me la ato en la cintura, menos mal que tenía un top debajo. Luego me hago una coleta quitándome el barro que pueda del pelo. Me restriego las manos por los pantalones para quitarme el resto y sigo mi camino.

Cada vez que doy un paso siento como mis zapatos están encharcados y marrones.

Odio este sitio, en serio cada vez más.

Corro hasta doblar la curva y para mi sorpresa ya no les veo.
Lo único que se visualiza desde aquí es más campo, dos vacas, tres caballos y una extraña casa rosa en el final.

Doy un pequeño giro intentando ver si hay algo más por aquí, algún sitio donde hayan podido irse. Al no ver nada, decido ir hasta la casita de allí.
Es decir, no creo que se hayan ido a criar vacas o caballos, ¿no?

Sigo recto y me voy acercando cuando algo empieza a mojarme, miro al cielo rezando porque haya sido un pájaro pero no, me doy cuenta de que está empezando a llover.

Perfecto.

¿Algo más?

Ya si quiere el destino que mande al dios del trueno y me parta con un rayo.

Es lo único que faltaba.

Para colmo ya está anocheciendo y solo queda una poca de luz y claro, no traigo el móvil, porque si, se me ha olvidado en casa. Así que la opción de poner la linterna no lo veo factible.

No se que me ocurre otra cosa que correr hacia la casa, los quiero encontrar antes de verme perdida y sola de noche en un campo lejos de mi padre.

Corro hasta llegar a la casa, pero es todo lo contrario de lo que me imaginaba...

Es una casa abandonada y rosa.
Está llena de gráffitis por todas sus paredes. Tiene toda las ventanas rotas y están llenas de musgos verdes y de plantas creciendo alrededor.

Camino hacia la puerta, he tenido que entrar por una valla que bueno, está más rota que presentable.

Llego a la puerta pero veo que está sellada y tiene un palo gordo y ancho entre los manillares, impiendo el paso.

Doy varios pasos hacia atrás visualizando lo grande que es e intentado averiguar por donde entrar.

Se me ocurre la gran idea de rodearla por si tengo la suerte de que por detrás haya algún sitio por donde entrar.

Salgo cruzando la valla y comienzo a andar rodeandola, cuando de repente puedo leer un graffiti escrito en una de las paredes.

"Cuidado con el hombre del machete"

Sigo caminando pero en pleno shock, nada más que pienso en lo que acabo de leer, intentando convencerme de que es sólo una simple broma.

Cuando de repente choco con algo duro entre las hierbas altas.

Wild Things [ Español ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora