Wild Things [ Español ]

45: El abandono

Capitulo 45:
El abandono

Me quedo apuntándole pero sin saber que hacer exactamente.

Está claro que no le voy a disparar, es solo para meter algo de miedo.

—Alessia sal de coche —dice Zippy mientras que abre la puerta y me afloja las cuerdas de pies y manos.

Yo le hago caso sin dejar de apuntar a Alex.

Él en la parte del conductor y Zippy y yo justo en la ventanilla.

—Esto no va a quedar así —dice Alex mientras arranca y se marcha haciendo sonar el motor.

Cuando recaigo en la situación miro mis manos, ambas agarrando una pistola.

La suelto traumatiza y esta cae al suelo para luego recogerla Zippy y guardársela en la parte de atrás de los pantalones.

Me sitúa la manos en la espalda y me guía hasta la moto.

—¿Cómo sabías dónde estaba? — le pregunto mientras que subo a la moto.

—Olivia te siguió —suena su voz fría y cortante.

Nunca he montando en moto, pero tampoco le doy mucha importancia porque mis pensamientos son todos para Olivia.

Al final si que me siguió,  a pesar de todo lo que dije, de lo que mal que me comporté.

Si les importo.

Me apresuro a hacer lo que me ha dicho y agarrarle fuerte de la cintura para no caerme de la moto.

Vamos a una gran velocidad que hace que nos acaricie el suave aire en el rostro. Un aire fresco con un toque olor a jazmín que nunca en este pueblo se puede obviar.

Tardamos apenas unos minutos en llegar y entramos a la casa de Zippy.

Él se quita la chaqueta y los zapatos tirándolos al suelo. La idea de entrar a la casa me genera bastante desconfianza después de como los he tratado hace apenas unas horas.

Zippy camina hacia el sofá mirándome por encima del hombro. Poco a poco me deja ver a los chicos.

—¡ALESSIA! —grita Chantel con entusiasmo.

Ella y Robert vienen corriendo a abrazarme y a decirme lo mucho que estaban preocupados. Sin embargo aunque esté agradecida por su afecto, mi mirada no puede apartarse de Olivia y Zippy. Ambos sentados en el sofá mirándose entre sí.
No intercambian palabra alguna.

Olivia a pesar de haberme seguido para llevarme de vuelta y Zippy de haberme salvado de Alex, ninguno muestra empatia ni alegría al verme de nuevo con ellos.

Están raros... como idos...

Sus miradas no son claras, ni si quiera sus rostros.

Me debería de preocupar más pero al saber que ambos son unos orgullosos y con el ego bastante alto, no me sorprendería que estuvieran haciéndose los duros para que yo vaya a abrazarles.

Se nota que son hermanos.

—Ahora que se que estas bien, me ha vuelto el hambre —bromea Robert dándose palmadas en la barriga.

—Es verdad, deberíamos comer algo ¿Y si vamos a la cocina y preparamos...?

Zippy frena la propuesta de Chantel de inmediato.

—Iros —suplica desesperado.

—¿Qué? ¿Por qué? —le pregunta Chantel, juraría que indignada por su tono de voz.