Wild Things [ Español ]

47: El chivatazo

Capitulo: 47
El chivatazo

La sinceridad de sus palabras... la tristeza que me ofrece, hace que un chispazo de decepción me brote en el pecho.

El corazón me late con fuerzas en los oídos.

Lo veo, lo miro, de pie frente a mi, mirándome roto, como si acabara de confesar lo más grande ante una persona que ama.

Joder, tiene que ser verdad.

El malestar en mi interior crece y crece, se condesa en mis pulmones y siento que me asfixia.

Aquí es cuando empieza el caos.

Mi móvil vibra una y otra vez.
Veinte llamadas perdidas de mi madre.

Mierda, mi madre me estaba esperando en el coche.

Al pensar en ella caigo en el mayor de los problemas.

Mi madre es policía.

Es más aún.

La jefa de policias del condado.

Intento una vez más rezar para que esto se convierta en una broma.

—Dime que me estás bromeando.

—Me encantaría estar bromeando, pero no —responde Zippy.

Me rio porque no me queda más remedio.

—Esto tengo que contárselo a mi madre.

—A la jefa de policia ¿En serio?

—Es mi madre, no puedo mentirle y menos si pongo su trabajo en juego. Quizás si le digo que sois mis amigos puede que os deje pasar.

De su garganta brota una risa llena de amargura.

—Ya tienes razón, no va a hacernos nada a parte de dictarnos una sentencia de muerte.

—Que exagerado —le digo confiando en mis palabras.

Rueda los ojos, Zippy ya no me está mirando. Si no está dando toda su atención a su hermana la cual le pide con la mirada 1ue se encargue del asunto.

—No te haces una idea de todo lo que hemos hecho Alessia —suena la voz de Olivia fría.

—Pero decirlo es lo correcto.

—No hagas lo correcto Alessia. A veces lo que nos parece las mejores decisiones se convierten en las peores.

Y cierra la puerta al decir esto.

En tan solo un segundo me quedo sola en el porche, con un problemon más grande que este pueblo.

Camino pensativa hacia donde me espera mi madre.

De vez en cuando miro a las estrellas, aquí la contaminación es menos y se dejan ver para iluminar con su luz tan inusual pero especial.

Me siento muy bien cuando las observo, me hacen sentir tranquila aunque sea por varios segundos y minutos al día.

Mirarlas es como estar por un tiempo desconectada de la realidad.

Pero la vibración del móvil me hace volver.

Mi madre me sigue llamando. Si ella supiera la que se le viene encima... En cuanto le cuente todo seguro que termina de resolver el caso y la nombrarán la mejor policía no sólo del condado, si no del país.

Se me iluminan los ojos de pensarlo, no es que me lleve fenomenal con mi madre pero eso no quita que quiera lo mejor para ella.

Ella es quién me dio la vida.

La llamo y le digo que si me puede recoger algo más cerca de donde estoy, si tengo que volver otra vez hasta el principio me voy a morir del cansancio.

En pocos minutos veo aparecer el coche y parar junto a mi, me monto y le digo que ya podemos ir a casa.

-¿Qué tal? ¿Has encontrado eso que habías olvidado? -suena la voz de mi madre.

Lo que me hace recordar que le puse esa excusa.

Yo asiento con la cabeza.

—Aunque mamá tenemos que hablar de algo... —le digo con una voz glacial.

—Pues empieza a contarme hija.