Wild Things [ Español ]

19: Hipocresia

Capitulo:19
Hipocresia

Después de tomarme el chocolate caliente y pasar un agradable rato juntos, el señor me acompaña hasta una puerta de atrás que hay en el final, saca su llave y me abre.

-Espero que nos veamos pronto. Gracias por escucharme.

-Ha sido todo un placer -le contesto con un tono de voz afable.

-¿Recuerdas cómo llegar a tu calle? Las indicaciones de antes.

Yo asiento con la cabeza y nos despedimos con un abrazo. Siempre me han gustado mucho las personas mayores y pasar un rato con ellas. Me parece fascinante lo que entienden de la vida.

Cierra la puerta y continúo mi camino. Por suerte no está muy lejos de casa y con las indicaciones del señor, me apaño.

A pesar de estar en otoño, el sol aquí aprieta con fuerza, seguro que es debido al estar cerca de la costa. Me quito la chaqueta vaquera quedándome con un top que llevo abajo.

Sigo caminando hasta escuchar varios silbidos. Me giro y veo a unos cinco chicos mirándome Me siento algo incómoda pensando en que son los típicos babosos y aligero el paso asustada como si no hubiera escuchado nada, pero de repente escucho mi nombre que me hace frenar en seco.

-¡Alessia! -otra vez.

Me vuelvo a girar y es Alex quién me llama, rodeado de sus amigos. A ninguno los conozco.
Con la mano me hace un gesto para que vaya, así que al ver que no son lo que imaginaba, lo hago.

Camino hasta llegar a ellos y un insoportable olor a tabaco hace que se ma arrugue la nariz pero intento disimularlo.

-¿Qué haces sola? -pregunta Alex frente a sus amigos.

Me quedo callada rehuyendo la mirada, si digo algo van a pensar que soy una pringada a la que sus amigos le han dejado tirada. Pero por desgracia Alex parece leerme la mente y me quita todas las intenciones de esquivar el tema.

-No me jodas, ¿te han dejado sola?

Asiento timidamente cuando Alex se acerca a mi y me echa un brazo por encima, me hace girar con él y comenzamos a caminar.

-Alex, ¿a dónde vas? -pregunta uno de sus amigos.

-La voy a acompañar a casa, tardo poco.

Me pongo nerviosa, nunca antes un chico me había tratado así. Y mucho menos nunca ningún chico me ha echado el brazo por encima.
Es más no me han tocado ni con un palo para ser claros.

Comenzamos a caminar mientras que de reojo veo como me observa con una risa burlona.

-¿Te extraña?

Miro con el ceño fruncido

-¿El qué?

-Que te hayan dejado sola -responde.

No contesto, sólo suspiro.

-Ellos son así, por si no los conoces ya te informo yo.

Lo miro raramente.

-¿Y entonces, ¿Por qué eres su amigo?