Wild Things [ Español ]

17: Alex

Andamos hasta lograr encontrar a un chico rubio y alto que está esperando junto a un árbol.

Zippy aligera el paso dejándonos levemente atrás hasta alcanzarle. De lejos veo como una pequeña bolsa viajan por las manos de Zippy hasta aterrizar en las del chico. Este se las guarda debajo de su chaqueta mientras mira a ambos lados preocupado. Cuando recae en nuestra presencia suelta un suspiro de alivio.

Se saluda con todos hasta llegar a mi.
Me da dos besos y me da un pequeño repaso de arriba abajo.

-Encantado soy Alex.

Tiene una sonrisa tan dulce que me hace sonrojar de inmediato. Su gran melena rubia hace que los rayos de sol se reflejen en ella y sus ojos color del mar no me dejan ni un segundo de mirar.

-¿Sabes? Eres muy guapa -me dice delante de todos.

Este comentario me hace soltar una sonrisa, la risa más estúpida que he soltado en mi vida.
Es tan alto que me saca como mínimo cuatro cabezas. Podría dedicarse a la nba fácilmente.

-Gracias. Soy Alessia -le digo tendiendole la mano para estrecharnosla.

Pero en lugar de darme un apretón, me la agarra suavemente y me regala un beso en ella.

Parece un principe salido de un cuento, tan educado... tan perfecto. Quien diría que vive aquí.

No da tiempo a soltarnos la mano cuando Zippy interrumpe con una tos ronca y forzada.

Alex me suelta y camina junto a Zippy hablando de sus cosas.

Olivia los sigue junto a Robert.

Mientras tanto Chantel se queda junto a mi no ha parado de mirarme picaramente desde que Alex me habló.

-¿Sabes? Eso no se lo dice a cualquiera. Es el crush de medio pueblo -dice regalándome un guiño de ojo.

Luego comienza a andar rápido y se sitúa junto a Robert y Olivia dejándome sola, acompañada sólo de mis pensamientos.

¿Crush? ¿Qué es eso?

Todo sigue tan normal hasta que una sirena de policías comienza a sonar de lejos.

-El viejo cascarrabias ya ha llamado a la policía -carraspea Zippy.

De inmediato todos comienzan a correr hasta la salida, una puerta gigante con barrotes de hierro a una gran altura.

Ellos me sacan gran ventaja ya que iban mucho más adelante que yo.

Corro lo máximo que puedo sabiendo que es lo que está pasando, está finca es de algún propietario que ha llamado a la policía en cuanto ha visto que unos chicos se han colado en ella sin permiso.

Veo como se alejan cada vez más, mientras que yo me pongo más nerviosa aún pensado en lo que puede pasar si nos pillan aquí.

Sería un delito de allanamiento de morada, que se resume a unos seis meses de cárcel pero siendo menor puede que sea unas noches en el calabozo o una gran multa imposible de pagar.

Se mucho de este tema, en el trabajo de mi madre lo tocan constantemente.

Veo como los chicos pasan la puerta de hierro, la cual por suerte han conseguido abrirla rompiendo el candado con una piedra a toda prisa.

Todos salen pero aún estando fuera no se detienen siguen corriendo, yo aún sigo haciendo lo mismo solo que aquí dentro.

Estoy apunto de llegar a la puerta cuando Olivia me la cierra desde fuera. Yo llego y agarró los barrotes moviéndolos lo más rápido posible, pero es cuando Olivia agarra un palo del suelo y lo entrelaza con la cerradura y el candado medio roto, haciendo que sea imposible abrirla con rapidez.

Mi mirada de desperacion conecta con la suya llena de malicia.
Intento suplicarle que me abra pero las palabras no me salen.

Veo como como Olivia se aleja sin más con una sonrisa malvada en sus labios. Corre hasta intentar alcanzar a su grupo, dejándome sola y encerrada en este lugar, apunto de ser pisado por la policía.

No puedo creerlo, tan joven y en la cárcel. No me lo merezco ¡NO!

Siempre he sido una chica perfecta; educada, de sobresaliente. Un gran orgullo para mis padres porque he sido siempre muy obediente y ahora me encuentro haciendo un delito, sin ni si quiera quererlo. Yo sólo me guié y todo para que ahora una de ellos me traicione así...

Me odia tanto que quiere eliminarme de cualquier manera y no ha parado hasta conseguirlo.

Me siento y me abrazo las rodillas, asustada, temiendo lo que se está apunto de venir; esposas, llamada a mis padres... ¿Y QUÉ LE DIGO YO A MIS PADRES? No puedo decepcionarlos así, después de dieciséis años no puedo. Me niego.

No voy a manchar mi reputación y menos por una inconsciente como Olivia.

Me levanto secándome las lágrimas y me sacudo la tierra del suelo. Me hago una coleta y comienzo a andar por la finca, rezando por encontrar una vía de escape.

Pero demasiado tarde.

-Señorita... Debe venir con nosotros a comisaría.

La policía ya está aquí.