5 de Febrero – 20:30 PM
Inazuma – Sangonomiya – Pueblo Nala – Casa Deshabitada
Su más vergonzoso y oscuro secreto había sido revelado a quien más le importaba en aquel mundo, y Nathaniel sentía la imperiosa necesidad de morir ahí mismo. Por supuesto, no pudo mirarle a la cara, mucho menos en aquella obscena postura. En la mente del joven dragón, Xiao iba a escapar de él una vez más con aquella horrible imagen. Una imagen que marcaría un antes y un después, una imagen que se tornaría quizá en su último recuerdo juntos.
Para Nathaniel, aquello debía ser una despedida. ¡Y qué despedida!
No obstante, no era más que su realidad. Incluso en la más honda oscuridad de su alma, ahí estaba aquel deseo y amor por Xiao. Lo tanto que significaba aquel hombre para él, había alcanzado hasta los rincones más remotos y su perverso poder se había aprovechado de ello.
"Sal corriendo ya, por favor", suplicaba internamente el pelirrubio, para acabar con aquello cuanto antes.
Pero Nathaniel estaba muy equivocado. Ya no podía "leer" a Xiao, no desde que éste comenzó a darse cuenta de lo tan enamorado que estaba también de él, y no había sido capaz de percibir lo tan desesperado que estaba el adeptus por recuperarlo.
Cuando el Cazador de Demonios contempló aquella escena y pudo procesar la conmoción inicial, su cuerpo se movió solo. Atacó a su "otro yo" y lo hizo desaparecer tras atravesarlo con su lanza. Después, cogió al todavía atado Nathaniel y se lo colocó encima de su hombro derecho.
-Nathaniel: ¡¿Xiao?! –gritó, impactado.
El ahora serio peliverde no le respondió. Sólo lo cargó por toda la casa, hasta poder tirarlo sobre el colchón del que no debió salir.
-Nathaniel: ...no sé si puedo explicártelo –sollozó, sin fuerza alguna para incorporarse-. Lo que has visto...
"Lo que he visto", pensó Xiao, con una paz que no compartía en absoluto con su compañero. Al fin y al cabo, lo que había visto era la prueba irrefutable de que el Nathaniel con el que estuvo en aquel sueño, era aún el Nathaniel que tenía delante de él.
El Nathaniel que lo amaba seguía existiendo (pese a todos sus intentos por alejarlo) y, pese a la rigidez de su rostro, no podía sentirse más feliz y victorioso. Se sentiría como un monstruo después por ello, pero... ahora era tan inmenso su alivio que no pudo controlarse.
-Xiao: una eternidad en la que despertar conmigo a diario, ¿eh? –sonrió con picardía, recordando la frase que había escuchado de sus labios en el mundo de Ello-. La sigues necesitando poderosamente, ¿verdad? –dictaminó con cierta soberbia.
Al reconocer sus palabras, aquellas palabras que para él había pronunciado en un sueño, Nathaniel quedó boquiabierto.
"¡¿No era un sueño?!", gritó su fuero interno.
-Xiao: dijiste que era cuestión de tiempo, pero no era más que una mentira –soltó una carcajada-. Nunca podrás olvidarme.
-Nathaniel: ...
Y el joven dragón no pudo captar el orgullo con el que el adeptus había pronunciado aquella última frase. La incertidumbre y la confusión lo estaban matando por dentro.
-Xiao: así que no me queda otra opción... -siguió sonriendo de forma extraña, mientras se entrometía también en la cama y acechaba a su más peligrosa y valiosa presa.
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El Pecado del Alquimista 9 [+18] (Genshin Impact)
ФанфикNovena parte de El Pecado del Alquimista. Cuando el amor verdadero llama a la puerta, no hay cerrojo que se le resista.