Capítulo 78

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Xiao

8 de Febrero – 23:45 PM

Inazuma – Sangonomiya – Pueblo Nala

Tras escuchar mi risa, levantó su rostro de mi pecho y alzó la vista hacia mí con expresión ilusionada.

-Nathaniel: aah... te he hecho reír –decía, maravillado-. Es una risa preciosa.

No sabía si era por su ebriedad, pero lo decía de una forma tan sentida que me dejó aturdido por unos segundos. "No... Él siempre ha hablado de mí de esta forma, incluso sin alcohol de por medio", deduje casi al instante, recordando las tantas ocasiones que tuve que callarlo debido a sus ataques de palabras de amor.

No obstante, ¿podría pararlo esta vez con tanto alcohol ahora en su cuerpo? O, más bien, ¿yo quería pararlo?

-Xiao: podrías tener a la mujer que quisieras, ¿y te fascinas por un adeptus viejo y cascarrabias? –dije con sorna y tomé su rostro, para acariciar aquellas ahora enrojecidas mejillas.

Él seguía riendo mientras me miraba con aquellos ojos verdes y brillantes.

-Nathaniel: si supieras que incluso enardeciste aún más mi pasión como sanador... -confesó, de nuevo con una sinceridad que atravesó mi corazón-. No importa cuánto te viera o leyera sobre ti, cada día me eras más extraordinario. Soñaba... -recordó con suma nostalgia- con librarte de la carga kármica que veía taaaaan... -a veces desvariaba por unos segundos- tan injusta.

"Conseguiste librarme de ello, pero te mentí para mantenerte a mi lado", ardió recordar.

Mi corazón latía con fuerza, preso de su mirada y de los sentimientos que transmitían sus intensas palabras (pese a su deplorable estado, su sinceridad era innegable). Algo que había querido evitar todo aquel tiempo, pero, al final, estaba igual de condenado que él.

Condenado a amarlo de forma inexorable.

-Xiao: el alcohol te está haciendo delirar –intenté mantener la compostura como podía, llamando a mis mecanismos de defensa.

-Nathaniel: sólo he empeorado tu condición, ¿verdad? –preguntó de pronto, melancólico-. Contigo fracasé absolutamente como sanador –rió de nuevo, aunque esta vez sus carcajadas tenían un tono apesadumbrado-. No pude controlarme y...

Los mecanismos de defensa no funcionaron. Yo sí que ya no podía controlarme. Aquel Xiao que había recuperado la fe en el amor (tras más de una década odiándolo) y que tanto había intentado ocultar hasta el momento, habló por sí solo:

-Xiao: hiciste algo más que sanarme –habló mi corazón, aferrándome a la esperanza de que mañana no recordara mis palabras-. Entraste a mi vida e iluminaste cada maldito rincón perturbador de mi alma.

Sollozó en el acto.

-Nathaniel: ... eso me... eso me... -sus hermosos ojos comenzaron a enrojecerse. Podía ver la dicha creciente en ellos-. Joder... -cerró los ojos y apretó sus párpados-. A veces pienso que... -volvió a intentar decir.

-Xiao: sería imposible amarte como tú me amas –me sinceré, incapaz esta vez yo de callarme a mí mismo-. Me has dado tanto... pese a que yo me negara a darte absolutamente nada, pese a que sólo tuviera una mala palabra en la boca.

Se dio un momento para poder asimilar lo que había pronunciado, para controlarse y no dejarse vencer por lo que él creía una falsa esperanza.

Podía ver cómo, ante el miedo de decepcionarse más intensamente que nunca, trataba de ser racional y evitar pensar que yo pudiera corresponderlo, por mucho que lo ansiara.

-Nathaniel: ... en aquel entonces podía escuchar a tu alma gritar lo que realmente sentías tras todas esas oscuras palabras –dejó claro.

-Xiao: lo sé, y era terrorífico sentirme tan visible ante tus malditos ojos –murmuré.

-Nathaniel: por lo que ahora debes estar más tranquilo –sonrió con nerviosismo-. Ahora eres una completa confusión para mí... Ya no sé qué me dice tu alma, y mis ilusiones me ciegan.

-Xiao: ¿porque es la primera vez que tus ilusiones, y no tu racionalidad, están en lo cierto? –salió de mis labios.

Abrió aún más sus ahora llorosos ojos, y tomó distancia de mi cuerpo entre temblores varios.

El Pecado del Alquimista 9 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora