Capítulo 29

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Tartaglia

6 de Febrero – 16:31 PM

Inazuma – Ciudad de Inazuma – Casa de Däriel

Me sentó en el salón y me hizo toda clase de preguntas sobre Nathaniel. Se le veía muy intranquilo, incluso caminaba de un lado a otro por la estancia.

-Tartaglia: tu hermana también está preocupada por su relación con la Arconte –aseguré, atisbando por dónde iba su interrogatorio. Quizá lo había visto actuar también frío con ella, como lo vimos nosotros en su momento cuando los espiamos-. Y sospechamos que no está muy enamorado de ella que digamos, sino... de otra persona –le conté.

Aunque nuestra relación no estuviese en su mejor momento, confiaba en él. Sabía que quería lo mejor para Nathaniel, al igual que yo.

-Däriel: ¿os dijo quién era esa otra persona? –detuvo por un segundo su ajetreado paso y me miró fijamente.

Sus pesadas botas golpeaban el parqué, pero la madera era de buena calidad y parecía soportarlo.

-Tartaglia: Nathaniel se niega en rotundo a decirlo –suspiré, frustrado.

-Däriel: ... no me extraña –murmuró para sí mismo.

"¿No me extraña?", repetí en mi cabeza por la sorpresa.

-Tartaglia: ¡¿acaso tú sabes quién es?! –me levanté incluso del sofá debido a la conmoción-. Däriel, ¡¿quién es?!

Por tan solo recordarlo, pareció que le iba a dar un ataque al corazón.

-Tartaglia: ¡oh, por favor, no puede ser tan grave! –intenté tranquilizarlo-. ¿Es un viejo difícil de mirar quizá?

-Däriel: sí... es muy viejo... -soltó, en plena perturbación.

-Tartaglia: ¡¿en serio?!

***

Däriel

6 de Febrero – 16:34 PM

Inazuma – Ciudad de Inazuma – Casa de Däriel

Kairi me hizo, en su momento, un resumen de lo que habían sido sus vidas durante mi larga ausencia. Sin embargo, estaba claro que ella no lo sabía todo. "¿Y si el extraño divorcio que mencionó Kairi tenía que ver con Nathaniel?", pensé al comienzo, pero no tardé en descartarlo puesto que apenas era un niño en aquel momento.

Sin duda alguna, había muchos más sucesos de importancia que desconocía. Sucesos que habían llevado a que Xiao y Nathaniel acabaran emparejándose contra todo pronóstico.

"Se veían tan felices...", no pude evitar recordar. Estaban ambos en el agua, jugando como niños. El adeptus sonriendo como en un estúpido mientras lo contemplaba, y mi sobrino riendo como nunca.

Se besaron.

Y, pese al shock y pese a lo problemática que podía ser aquella relación, no se me iban de la cabeza las carcajadas de Nathaniel. Aquel chico, desde que nació, fue el "apartado", a quien le tocó aceptar que no debía llamar mamá a su madre, a quien se le arrebató toda posibilidad de tener a sus padres unidos (por mucho que se amaran). Nació teniendo que comprender a otros, mientras Kairi disfrutaba de la faceta buena de aquella familia.

"¿Tenía que ser él, Nathaniel?", me pregunté, mientras me apoyaba en la encimera de la cocina.

-Tartaglia: viejo... bueno, ¡todos tenemos filias extrañas! –bromeó, como un idiota. Si pretendía defender a Nathaniel a la desesperada, no era la mejor forma.

Desde mi posición, contemplé al pelinaranja y sonreí al encontrar de nuevo yo mismo la respuesta. "Sin duda, no elegimos de quién nos enamoramos", entendí, apartando la vista de sus claros ojos antes de que me perdiera de nuevo en ellos.

Seguía siendo el maldito idiota que me encantaba.

El Pecado del Alquimista 9 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora