Capítulo 51

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Kohaku

7 de Febrero – 11:21 AM

Inazuma – Sangonomiya – Pueblo Nala – Casa Deshabitada

"El amante de la Shogun está en nuestra isla", supimos desde hace unos días. Estaba en uno de nuestros pueblos más remotos, pero también paseó en ocasiones por sus alrededores, como si nada. Más de un residente lo había visto, y su imagen tan característica no tardó en extenderse por los rápidos cuchicheos.

¡¡Debía estar tramando algo en nuestra contra!! ¡¿Cómo se atrevía a caminar por una tierra en la que, durante la guerra, tantas vidas se habían perdido por culpa de la Shogun?! Puede que hubiésemos firmado ya la paz, pero las ausencias de nuestros seres queridos aún ardían.

Yo y dos soldados más de la Resistencia, nos encaminamos, por nuestra cuenta, hacia la casa donde habían visto a aquel malnacido. Sabíamos que había estado trabajando en el Sanatorio del pueblo. Sólo hablaban bondades de él, pero no debía ser más que un vulgar manipulador.

Intentamos abrir la puerta de aquella casa, en apariencia, abandonada, pero estaba bien cerrada con llave.

Por fortuna, a uno de mis compañeros no se le resistía ninguna cerradura.

***

Nathaniel

7 de Febrero – 11:22 AM

Inazuma – Sangonomiya – Pueblo Nala – Casa Deshabitada

Me había vuelto a vestir y, en un momento de debilidad por el sueño, me quedé dormido en la cama... hasta que unos extraños ruidos en la puerta me despertaron.

-Nathaniel: ¿Xiao? –me froté los ojos y salí de la cama.

Sin embargo, no era en absoluto el peliverde. En unos segundos, tres soldados irrumpieron en el interior con cara de pocos amigos.

-Nathaniel: ¿oh? –expresé, confuso.

No tardaron en aproximarse hasta mí para no permitirme escapatoria. Me acecharon y me bloquearon todo paso.

-Soldado 1: ¡¿eres el amante de la Shogun, verdad?! –gritó, enfadado, mientras apretaba su lanza.

Debí imaginar que se sabría más tarde o más temprano, aunque no esperaba una respuesta hostil. No al menos en tiempos de paz, como creí que se había dictaminado. "¿Éste era quizá el peligro del que quizá Xiao quería protegerme?", me pregunté.

Agradecí que aquel encuentro hubiese sido en aquella casa y no en el Sanatorio, donde hubieran molestado a los pacientes.

-Nathaniel: emmm... sí –no iba a mentir.

Súbitamente, uno me agarró del brazo para tenerme bajo su control.

-Soldado 2: ya sabía yo que lo de ser sanador era una tapadera, ¡estaba simplemente aquí holgazaneando! –intentó burlarse-. Sólo debes servir para ser el perro de la Arconte, ¿verdad?

Apretó más sus dedos sobre mi brazo. Comenzó a doler.

-Nathaniel: ¿podemos solucionar esto de una forma pacífica? –pregunté, aunque supiera que no iba a ser posible.

Podía ver en sus ojos sus ansias por hacer correr mi sangre.

-Soldado 3: ¡eso díselo a todos nuestros compañeros caídos! –recriminó, enfurecido.

El Pecado del Alquimista 9 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora