Nathaniel
6 de Febrero – 18:58 PM
Sangonomiya
Desde una colina, contemplamos el atardecer sobre el inmenso océano. No había nadie ni, prácticamente, nada a nuestro derredor. Sólo él y yo, y sentí... tanta paz. Una paz que mi corazón, aunque roto, necesitaba para seguir funcionando. Incluso pensé que enloquecería, en algún momento, en aquel palacio con la Arconte, lejos a perpetuidad de quien amaba de verdad.
Sin embargo, de alguna manera u otra, nuestros caminos siempre volvían a cruzarse. ¿Y cómo maldecirlo? ¿Cómo mirar a otro lugar, cuando estaba él a mi lado?
Poco a poco, mi cuerpo fue cayendo de lado sobre el suyo. Posé mi cabeza sobre su hombro y él, afortunada o desgraciadamente, me rodeó de nuevo entre sus brazos. Compartimos un silencio por un largo rato, en el que, pese a no hablar nada, se sintió todo.
No pude evitarlo: se me escaparon unas lágrimas.
Quedé cabizbajo, para que el adeptus no lo notara. Sin embargo, fue casi instantáneo: me las secó y me regaló un beso más sobre mi cabeza.
-Nathaniel: ... -no hice más que empeorar. Ante aquella muestra de afecto que desestabilizó mi poca cordura, acabé llorando mucho más-. Espero que el ritual de hoy funcione, Xiao... -supliqué, en un momento en el que mis miedos me superaron. Mis temores y experiencia me decían que tanta felicidad debía tener un siniestro porqué.
Tomó mi mentón, obligándome a alzar mi rostro hacia él.
-Xiao: ¿cuánto daño te he hecho, Nathaniel? –preguntó, con una mirada que no supe comprender.
-Nathaniel: ¿daño? –expresé, confuso, mientras las lágrimas seguían cayendo-. Me haces... Me haces tan feliz –dije de todo corazón.
Sus ojos dorados vacilaron, así como su mano que sostenía mi mentón.
-Xiao: ... sólo mírate cómo estás –replicó, angustiado.
-Nathaniel: lloro porque no quiero que acabe este día, Xiao –confesé y apreté mis labios, en un intento de contener unos sollozos aún más fuertes.
Atisbé un profundo dolor en su mirada y, por supuesto, yo era el principal culpable del mismo.
-Xiao: Nathaniel... -parecía que iba a decirme algo, pero no quería forzarlo a tener que hacerlo.
Lo interrumpí, al levantarme de pronto de su cuerpo.
-Nathaniel: lo siento, nos... -me sequé rápidamente las lágrimas-. Nos vemos mañana.
***
Xiao
6 de Febrero – 19:10 PM
Sagonomiya
Me dio la espalda, dejándome aquella frase en la boca. No obstante, esta vez reaccioné.
-Xiao: ¡Nathaniel, espera! –grité, en un poderoso impulso cuando lo vi marchar.
Pero esta vez él no se detuvo. Activó su poder como dragón en la distancia, sacó sus diáfanas alas y, casi en el acto, desapareció de mi vista.
-Xiao: Nathaniel... -expresé, con mi mano erguida en su dirección.
"Yo tampoco quería que terminara este día", ardieron aquellas palabras en mi alma.
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El Pecado del Alquimista 9 [+18] (Genshin Impact)
Fiksi PenggemarNovena parte de El Pecado del Alquimista. Cuando el amor verdadero llama a la puerta, no hay cerrojo que se le resista.