Capítulo 69

336 42 51
                                    

Tartaglia

7 de Febrero – 22:12 PM

Inazuma – Ciudad de Inazuma – Casa de Däriel

Como tantas otras veces, perseguí a Däriel hasta su casa, donde me dejé caer sobre el sofá para calmar la tensión que se había generado.

-Däriel: debí imaginar que Albedo sería mejor distracción –suspiró, frustrado tras lo ocurrido-, pero insistió en querer hablar también del asunto.

Sin que sirviera de precedente, defendí al dragón estúpido:

-Tartaglia: como padre supongo que es normal –comenté, totalmente tirado sobre el mueble, como si fuera mi casa-. ¡Pero mañana podríamos intentarlo de nuevo!

Él negó con la cabeza.

-Däriel: algo me dice que mi hermana tendrá una conversación importante con Nath –aseguró, sosteniendo su mandíbula con actitud reflexiva-. Salió corriendo detrás de él.

-Tartaglia: Y Albedo quizá aprovecha para...

Cruzó entonces sus brazos.

-Däriel: no es seguro, pero es posible, así que les daremos un poco de margen –volvió a suspirar, aunque de forma más honda-. La cuestión ahora es... ¿qué haces aquí? –clavó sus intimidantes ojos verdes en mí.

Reí.

-Tartaglia: pasar la noche con mi chico –le guiñé un ojo de forma pícara desde el sofá.

Cruzó el salón, llegó hasta el mueble en el que estaba y no lo dudó: me agarró y me cargó encima. Por un momento, tuve enormes ilusiones de que me llevara a la cama. No obstante, la dirección que estaba tomando con mi cuerpo encima era bien distinta. ¡La puerta de salida!

-Tartaglia: ¡Därieeeeeeeel! –grité, en un intento de disuadirlo-. ¡Por favor, déjame pasar una noche contigo! ¡Una sola!

-Däriel: ya has pasado más de una lamentablemente –replicó, molesto por mi arrebato.

Iba a alcanzar el pomo, así que, antes de que me lanzara al exterior, más me valía ser ágil:

-Tartaglia: en realidad tengo la forma de debilitarte –sonreí, de forma pícara, creando un ambiente de suspense.

-Däriel: ¿ah, sí? –ironizó, escéptico.

¡No tendría piedad! ¡Utilicé uno de sus favoritos!

-Tartaglia: ¡¿qué es un pez en el teatro?! –alcé la voz, enérgico.

Detuvo el paso.

-Däriel: no... -se aterrorizó.

-Tartaglia: ¡un mero espectador! –grité la resolución, provocando que mi voz hiciera eco en aquel primer piso.

Su cuerpo empezó a flaquear, sentía el tembleque de sus hombros bajo mi vientre (donde me tenía apoyado).

Al perder fuerzas de forma casi instantánea, corrió a dejarme en el suelo.

-Däriel: ... ¡JAJAJAJAJAJA! –no pudo evitarlo, incluso llevó sus brazos a la tripa en un intento de contener las intensas carcajadas.

Mi gran victoria estaba ya servida.

-Tartaglia: je... ¡ya eres mío! –realicé una pose de victoria y fui a agarrarlo de la chaqueta, para tirar de ella hacia las escaleras.

-Däriel: no... JAJJAJAJAJAJAJAJAJA –le era imposible parar, incluso siendo ahora arrastrado por mí, en dirección a su habitación.

Amaba su risa. Quería escucharla todos los días de mi vida. ¡Tendría que memorizar muchos más chistes!

El Pecado del Alquimista 9 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora