Kazuha
10 de Febrero – 8:25 AM
Liyue – Profundidades adeptus – Templo de las Gemelas del Destino
Cuando desperté, sólo estaba yo en la habitación. Debí ser el último en recuperar la consciencia. Estaba desnudo, pero la manta cubría todo mi cuerpo. Por un momento, quise fantasear con que ella me hubiese arropado, pero lo más probable era que yo mismo lo hubiese hecho.
Jamás olvidaría aquella noche por mucho que lo intentara. Y lo peor de todo era que lo había disfrutado. El poder del marcaje era, sin duda alguna, extraordinario.
Salí de la cama, me acerqué a la silla donde estaban mis ropas y comencé a vestirme.
"¿Dónde estará Kairi ahora?", suspiré, frustrado.
Terminé de colocarme el kimono de arce a un lado de mi cuerpo, y me aventuré al pasillo con determinación.
No tardé en escuchar una conversación en la sala que servía de recibimiento al templo.
-Scaramouche: oh... así que para eso sirve –comentó, con una satisfacción que me aterró-. Será muy interesante.
-Kairi: está tardando, pero ya le queda poco –parecía estar explicando la función del artefacto que trajo en su día. Aquella bola de la que a mí no quiso hablarme-. Cuando realice las coordenadas oportunas en el cielo, llamaré a una pequeña parte de las tropas que apostamos en algunos mundos ya conquistados.
-Scaramouche: supongo que, más tarde o más temprano, tendrían que encontrar Teyvat –rió.
Me recorrió un terrible escalofrío al escuchar aquello, así que corrí a encararla. Cuando alcancé la amplia sala en la que se encontraban, ambos analizan con curiosidad aquella bola que giraba sobre sí misma en un soporte.
-Kazuha: ¿tropas? –inquirí, asustado-. ¡¿Qué tropas, Kairi?!
El fatui puso los ojos en blanco nada más atisbarme.
-Kairi: las de mi raza –respondió, secamente.
Sabía que no se refería a la adeptus.
-Kazuha: ¿pero no murieron todos al explotar su mundo? –temblé.
-Kairi: ese mundo no era más que nuestra sede, pero conquistamos cientos de ellos –no me gustó en absoluto escuchar-. Y, por supuesto, debíamos dejar a un número de nosotros para gobernarlos. Ellos... se libraron de lo que ocurrió aquel día.
Me aproximé a ella y posé mis manos sobre sus hombros, para mirarla directamente.
-Kazuha: ¡Kairi! ¡Esa gente asolaría Teyvat! –debía hacerle entrar en razón. Aquello era demasiado peligroso-. ¡A todos nosotros!
-Scaramouche: eres un dramático, gusano –soltó varias carcajadas-. No ves las ventajas... Tener un grupo de poderosos conquistadores, sin duda alguna, nos ayudará a acabar con los dragones.
Palidecí.
-Kazuha: ... -aparté mis manos de ella, en shock-... Kairi... ¿Quieres matar a tu hermano y a tu tío Al? –pregunté, esperando un no rotundo.
En su cara impávida, dibujó una sonrisa que me provocó más escalofríos.
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El Pecado del Alquimista 9 [+18] (Genshin Impact)
FanfictionNovena parte de El Pecado del Alquimista. Cuando el amor verdadero llama a la puerta, no hay cerrojo que se le resista.