Aoi
8 de Febrero – 9:45 AM
Inazuma – Sangonomiya – Cercanías Sanatorio Aki
Cuando Nathaniel tardaba en llegar, Xiao salía al frente del edificio. Ahí lo esperaba con notable impaciencia. De vez en cuando, yo solía echarle una ojeada y, pese a su apariencia de borde asalvajado, parecía un cachorro esperando a su amo llegar a casa.
No estaba de acuerdo con su forma de tratar a Nath, pero debía admitir que era bastante adorable en aquellos momentos en los que se permitía expresar lo que sentía (porque creía que nadie más lo veía).
-Nathaniel: ¡buenos días, Xiao! –saludó, con una sonrisa de oreja a oreja.
Se le veía más contento que de costumbre.
-Xiao: ya ni siquiera eres puntual con tus propios horarios –recriminó, tras, evidentemente, sentirse aliviado por su aparición. Incluso fingió estar enfadado, cuando estaba feliz de verlo. Cada vez... captaba mejor a aquel peliverde, y me resultaba más idiota-. Los niños no hacen más que perder el tiempo.
-Nathaniel: ¿qué hacías aquí fuera? –preguntó, curioso.
Los nervios del peliverde de largas telas se dispararon.
-Xiao: ¡ob-obviamente tomar el aire! –cruzó sus brazos, y le apartó la vista.
Nathaniel rió como lo haría un ángel, y él quedó un tanto prendado:
-Xiao: ...
-Nathaniel: hoy te ves igual de hermoso que siempre –soltó de pronto, con aquella maravillosa sonrisa más que presente.
Nos dejó atónitos, tanto a mí como a su gran amor.
Entonces, el sanador lo tomó de la cintura y colocó una de sus manos en la mejilla del ahora aturdido hombre.
¡No solía ser tan... tan...! ¡Pero el júbilo que traía consigo había disparado su lengua!
-Nathaniel: sí... no importa cuánto te mire –acercó sus labios a los suyos-, eres perfecto.
Quise llamar a mi abuela corriendo para que pudiera ser testigo también de aquella bella escena, pero temía hacer ruido y romper su ambiente.
-Xiao: ¡¿PERO QUÉ DEM-?! –se le iba a salir el corazón del pecho-. ¡En su día ya hablamos de que no debías decir esas estupideces! ¿Por qué...?
Lo calló con un tierno beso.
-Nathaniel: puede que haya dado con algo que me recordara el gran corazón que tienes –agudizó su mirada sobre él.
Se dieron aires de misterio.
-Xiao: Nathaniel, voy a... -pretendía empujarlo violentamente, pero estaba disfrutando demasiado de aquella cercanía como para hacerlo.
Lo soltó de la cintura, liberándolo al fin.
-Nathaniel: lo siento... -trató de calmarse y reducir aquellas energías románticas- el hecho de que pensaras en mí me hizo demasiado feliz –soltó una carcajada, de absoluta dicha-. Y, además, tenía que darte el beso diario, ¿no?
Parecía haberse dado algún acontecimiento de gran significancia para el sanador. Y, pese a ello, el peliverde se veía confuso, no sabía a qué se refería.
-Nathaniel: gracias –pronunció, de manera enigmática, antes de dirigirse a la entrada del Sanatorio para iniciar su jornada-. Quizá ahora no pueda cumplir ese deseo, pero... gracias. Te aseguro que al menos lo intentaré.
***
Nathaniel
8 de Febrero – 9:51 AM
Inazuma – Sangonomiya – Sanatorio Aki
En aquella tabilla en la que me dibujó, yo sonreía. Sin duda, a mí llegaron sus deseos de que fuera feliz. Unos deseos que me alegraron lo suficiente como para enloquecerme... un "poco". Por fortuna, mi madre esta vez, no sólo detuvo mi descontrol, sino que también liberó parte de la culpa que portaba en mi corazón y... me liberó de Ei.
"Creí que me trataría como un monstruo, pero lo que hizo fue volverme libre", pensé, recordando aquella importante charla con mi madre.
-Nathaniel: buenos días, Aoi –saludé también.
Dio un pequeño brinco, al parecer estaba ensimismada.
-Aoi: ¡o-oh, buenos días sí! –tuvo una risa nerviosa.
Mientras me preparaba algunos utensilios, miré por la ventana para ver cómo estaba Xiao.
Seguía como una estatua, totalmente aturdido y dándole vueltas a lo que había dicho.
"Bastante me he contenido en no decirte que dibujaste algo por mí", yo sonreía, muy probablemente como un estúpido.
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El Pecado del Alquimista 9 [+18] (Genshin Impact)
ФанфикNovena parte de El Pecado del Alquimista. Cuando el amor verdadero llama a la puerta, no hay cerrojo que se le resista.