Capítulo 6

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Scaramouche

5 de Febrero – 13:27 PM

Liyue – Profundidades adeptus – Templo de las Gemelas del Destino

Su boca me era adictiva. Manteniéndome encima de ella, la revolví sin pausa. No podía quedarme satisfecho: le insertaba mi lengua, jugaba con la suya y me bañaba en su saliva una y otra vez.

Kairi no hacía ruido alguno, sólo se dejaba devorar por mis ansias. Tuve que aumentar la intensidad de aquellos envolventes movimientos para conseguir un leve gemido. "¿Se estaba haciendo la difícil? Bien...", pensé, maquinando alguna que otra maldad para acabar con su mutismo.

-Scaramouche: veamos qué encontramos por aquí –reía, al mismo tiempo que deslizaba mi mano por su camisa... hacia arriba.

Le provoqué un escalofrío cuando alcancé sus pechos. Un escalofrío que se intensificó cuando, sobre la fina y blanca tela, utilicé mis dedos para pellizcar uno de sus pezones. Aumenté la presión sobre aquella zona. Ella entrecerró sus ojos, al percibir una pizca de dolor.

Apreté aún más.

-Kairi: ...mhm... -hizo un quejido casi imperceptible.

"Su sensibilidad parece haber bajado bastante", observé.

Entonces, mientras me ensimismaba en distintas posturas que realizar, fui empujado a un lado en un golpe seco.

Sin pensárselo dos veces, se colocó tras mi espalda. Me agarró del cabello para alzarme y tenerme de rodillas.

Fue tan rápido que ni siquiera pude procesarlo.

-Scaramouche: voy a tener que... -callé en cuanto noté su mano dirigirse hacia mis partes más nobles.

"¡Oh!", contuve entonces mi enfado por interés.

Frente a la cama, había un espejo de pie. En su reflejo, pude apreciar con detalle cómo me bajaba la cremallera y entrometía sus dedos por la misma. No obstante, al estar ella detrás de mí, apenas podía visualizar sus serios ojos verdes. El resto de su rostro se ocultaba tras mi hombro.

-Scaramouche: ahh... -se me escapó un gemido al dar inicio aquel íntimo masaje sobre mi pene.

Frotó con lentitud todo el aparato. Aumentaba su tamaño, al mismo tiempo que mi ya escaso raciocinio ante el deseo... disminuía. El placer recorría toda aquella zona.

"Rayos... Ella bajó su sensibilidad conmigo y yo, en cambio, parece que me volví hipersensible", pensé cuando, en apenas unos minutos, sentí que estaba ya cerca del orgasmo.

Recordé entonces el disparate que habían pronunciado los vejestorios tras mi llegada: "Kairi es tu alma gemela". Como me interesaba el acuerdo ofrecido por Ello, no me reí al instante. Lo hice unos segundos después, también delante de ellas. No pude aguantarme.

Las creaciones de una diosa, ¿acaso podían tener almas gemelas? ¡Por supuesto que no! Sin embargo, le enseñaría a todo Teyvat y aquellos malditos dragones que... no debieron considerarme débil en su día.

"¿Y esa sonrisa?", me pregunté, cuando la contemplé alzando más su cabeza sobre mi hombro.

El Pecado del Alquimista 9 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora