El Pecado del Alquimista 9 [+18] (Genshin Impact)

Capítulo 26

Nathaniel

6 de Febrero – 8:37 AM

Inazuma – Sangonomiya – Pueblo Nala – Casa Deshabitada

Me comencé a desadormecer por un notable dolor en mis caderas, que pasó a segundo plano cuando me encontré de frente el rostro de Xiao. Yo me aferraba a su cintura y él me pasaba sus brazos por encima y por debajo de mi cuerpo, abrazándome por completo.

No había sido en absoluto "útil" aquella noche. No había conseguido saber quién lo atacó, ni habíamos resuelto ninguno de nuestros asuntos. Y, sin embargo, había sido una de las mejores noches de mi vida.

Había perdido la cuenta de cuántos besos me había dado, de cuántas veces entrelazó sus dedos con los míos o me miró como si fuera enteramente suyo.

Por supuesto pensé en Ei, pero, antes de decidir cómo proceder, debía poder salir de esa cama. Y, entre el dolor y los brazos de Xiao, parecía una tarea imposible.

-Xiao: ¿cuánto tiempo llevas despierto? –preguntó de pronto, mientras abría sus hermosos y dorados ojos lentamente.

-Nathaniel: no mucho más que tú –era la verdad.

En lugar de soltarme o de tirarme de la cama como esperaba, utilizó sus brazos para apretarme más contra su pecho.

-Xiao: debes estar adolorido, ¿verdad? –se preocupó-. Ayer... me pasé.

-Nathaniel: también te supliqué que te pasaras –debía admitir mi parte de culpa.

Posó una de sus manos sobre mi mejilla y me concedió un tierno beso.

"Todo este ambiente... parece como si fuéramos realmente pareja", me fue imposible no fantasear. La mirada del adeptus ahora no se apartaba de mí y yo, por supuesto, la correspondía con mi fascinación por él habitual.

-Xiao: quédate aquí, iré a por el desayuno –aseguró, dejándome atónito.

Efectivamente, se vistió y se marchó.

"¿Y la patada de buenos días? ¿O... al menos el gruñido?", quedé confuso y demasiado dichoso como para procesarlo.

***

Nathaniel

6 de Febrero – 9:10 AM

Inazuma – Sangonomiya – Pueblo Nala – Casa Deshabitada

Sí, Xiao me trajo el desayuno en bandeja desde el Sanatorio. Sin embargo, tenía claro que, sin la ayuda de Aoi, nada de lo que estábamos comiendo hubiera quedado comestible tras pasar por sus manos.

-Xiao: ¿cómo estás? –preguntó, con algo de calidez en su voz.

Me embobé contemplándolo. Estábamos sentados en la cama, con aquella bandeja encima de la manta y de nuestras piernas.

-Xiao: Nathaniel... -insistió.

-Nathaniel: ¡estoy bien! –dije rápidamente, en un intento de paliar mi estupidez.

Sonrió y volvió a posar sus labios sobre los míos.

-Nathaniel: si me sigues tratando así...

-Xiao: ¿te enamorarás de mí? –bromeó, aún con aquella maravillosa sonrisa en su rostro.

Yo también sonreí, de nuevo de forma estúpida.

-Nathaniel: eres idiota –mi voz no pudo sonar más dulce.

-Xiao: no, tú me vuelves idiota –lo tuvo claro y dejó caer su frente sobre la mía.

De la misma forma, lo tenía claro:

-Nathaniel: y tú me enloqueces.

Fui esta vez yo quien fue en búsqueda de un nuevo beso.