39.0🍫

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El pequeño pueblito era precioso y pintoresco. Total y absolutamente digno de admirar; Ambos estaban tan felices.

-¡Alfa!.- Louis lo miro con unos ojos de cachorro y un besable puchero.- Helado.

Últimamente su cachorrito se encontraba en un constante estado mimoso, del que el alfa era un total fanático.

-Usa tus palabras, cariño.

-Tus cachorros quieren helado, papi. Por favor.

Ambos se dirigieron a la única heladería del pequeño pueblo, tomados de la mano; mientras el alfa gruñía a cualquiera que pareciera peligroso para su pequeña familia.

Una bonita heladería con una temática ochentera les dio la bienvenida, recordándoles a ambos a la bonita cita que tuvieron viendo Grease, la rocola tocaba música de Elvis. Crazy little thing called love resonaba con potencia en el espacio.

A ambos les encantaba.

Se acercaron al mostrador, en el que un alto y fornido beta los esperaba con una expresión aburrida, la cual se iluminó el ver al bonito y suave omega de ojos azules.

-Buenos días, bienvenidos a 80's space. ¿Que desean ordenar el día de hoy?.

-Quiero un banana split de vainilla, chocolate y pistache, por favor.- ordenó el ojiazul con un tono aniñado y suave.

-En un segundo, amor. Y ¿para usted?.

-Nada, ¿cuanto es?.

-Tu número, precioso.- y le guiño un ojo al castaño, quien frunció su ceño molesto.

-Deja de jugar, es molesto que me coquetees, maldito tonto.- y refunfuñando se fue.

Harry dejo un billete de 10 dólares sobre la mesada, dirigiéndose a la mesa en la que su esposo estaba, en una totalmente adorable escena: con un puchero sobre sus labios y balanceando lentamente sus pequeñas piernas.

-Tontos hombres.








El siguiente cap será más largo

Hey, Daddy HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora