-Entonces no has cambiado de opinión.- Afirmó la ojiverde cruzada de brazos.
-No.- BamBam se puso de pie acomodando su bata y caminando hasta la mesa junto a la pared para tomar un poco de café- Nuestro nuevo miembro cruzará aquella puerta en menos de lo que esperas.
-¿Al menos me dirás de quién se trata? No lo sé, ¿Un novato con algo de experiencia tal vez?
La puerta de la sala de juntas se abrió justo al tiempo en que la neurocirujana pronunciaba aquellas palabras dejando ver al nuevo neurocirujano del hospital.
-Pues me ofenden un poco sus palabras doctora Manoban.
Una voz grave, profunda y llena de experiencia se escuchó a espaldas de la rubia quien se dio la vuelta para sorprenderse con la persona que estaba allí de pie frente a ella.
-Lisa, es un honor presentarte a nuestro nuevo miembro de neurología.- Dijo su hermano- El doctor Antonio Kim.
-Es un gusto formar parte de este gran equipo.- Contestó el hombre estrechando la mano del cirujano plástico- Aunque pienso que ella no está de acuerdo con mi llegada.
Lisa, quien se había mantenido en silencio luego de la llegada del reconocido neurocirujano, sacudió la cabeza intentando despejarse y se aclaró la garganta dispuesta a disculparse.
-No me malinterprete señor, creí que se trataría de alguien con......poca experiencia.- Estrechó la mano del hombre.
-Pues ya ves que no.- La ojiverde fulminó con la mirada al cirujano plástico- Ahora, ¿Por qué no le enseñas el departamento de neurología?
-Claro, sígame por favor.
Ambos neurocirujanos caminaron por los extensos pasillos del hospital llenos de personal yendo y viniendo por todos lados.
-Es un hospital especialista en traumas ¿No es así?.- Preguntó Antonio.
-Lo es. Hemos sido el número uno por tres años consecutivos y esperamos poder obtener el cuarto.- La rubia cruzó los brazos tras su espalda mientras caminaban.
-No debe sentirse amenazada doctora Manoban.
El ceño de Lisa se frunció ligeramente ante las palabras de su nuevo compañero.
-¿A qué se refiere?
-No estoy aquí buscando la jefatura del departamento al que ambos pertenecemos.- El cirujano aclaró sus palabras- Sólo he venido a hacer mi trabajo.
-Siento haber sido tan grosera pero no me agrada demasiado la idea de nuevo personal.- Reconoció la ojiverde con una mueca en el rostro.
-Pues creo que eso se solucionará cuando te enseñe un par de interesantes proyectos en los que me gustaría trabajar contigo.
Mientras los neurocirujanos continuaban su charla deteniéndose justo frente al tablero de cirugías, Jennie caminaba con rapidez en aquella dirección. Había sido su turno de estar en el servicio de la intimidante cardióloga, Kim Jisoo, y ésta le había ordenado agrandar una de sus cirugías para el día siguiente. Empujando a todos a su paso, la castaña se apresuró para llegar allí lo antes posible.
-¿A dónde vas con tanta prisa?.- Rosé le alcanzó algo jadeante.
-Debo reservar el quirófano seis para mañana o la doctora Kim me matará.- Dijo Jennie.
-Sobre eso.....- La morena reparó en el tono de voz de su amiga pero aún así no se detuvo- ¿Podríamos cambiar de servicio? Estaba comenzando a ganarme su confianza, y sabes muy bien que me interesa desarrollarme en el área de cardiología.