-No lo entiendo, ¿Cómo es que....?
-Debe haber utilizado tu teléfono para contactarlo y por supuesto él ha aprovechado la oportunidad de descuido para lucir como héroe.- Bufó la ojiverde pasando una mano por su cabello- Puede utilizar esto en mi contra.
-No.- Contestó de inmediato la castaña acariciando su brazo mientras se acercaba más a ella- Todo va a seguir como ahora. Los niños son así, estas cosas pasan.
-Hablaré con él más tarde. Voy a disculparme y a intentar obtener algo de información acerca de lo que Richard pudo haberle dicho.
-Perfecto. Ahora, vamos a cenar ¿Sí?
La rubia sólo asintió sonriendo ante el cariñoso beso que su novia depositó en su mejilla antes de que ambas se encaminaran en dirección a la cocina en donde Noah y Piper había divertidas muecas con su rostro frente a Olivia quien se encontraba dentro de su portador para bebés sobre la isla de la cocina.
La cena estuvo bien, pero Jennie aún podía sentir lo tensa que la neurocirujana seguía estando sentada junto ella, también observó como ésta miraba y escuchaba con detenimiento toda lo que sus hijos hacían y decían sin dejar de sonreír. Piper era la más entusiasta mientras que su hermano permanecía un tanto callado tal vez a causa del arrepentimiento.
Cuando Jennie llevó a Liv junto a Piper hasta la segunda planta dispuesta a darle un baño antes de ponerla en la cama, Lisa hizo su trayecto hasta el cuarto de su hijo y tocó la puerta con sus nudillos antes de abrir. Noah estaba sentado sobre su cama sosteniendo entre sus manos la camiseta del equipo de básquetbol que se había quitado hace poco para reemplazarla por su pijama. Sus verdes dieron con los de su madre quien le sonrió adentrándose por completo en el cuarto y cerrando la puerta tras ella.
-¿Listo para dormir campeón?.- Preguntó caminando hasta estar sentada junto a él viéndolo asentir- Noah, siento haber roto mi promesa. Sé que todo esto de mi trabajo lejos de aquí no es cómodo para ninguno de nosotros pero no quiero que estés molesto conmigo.
-¿Lo harás otra vez?.- Lisa vio a su hijo directo a los ojos.
-No volverá a pasar. Te lo juro hijo.
-El abuelo dijo que lo harías otra vez. Dijo que el trabajo era más importante para ti ahora y que nosotros perderíamos tu atención por culpa de Olivia.
La mandíbula de la cirujana se tensó de inmediato y sus uñas se clavaron en las palmas de sus manos a causa de la rabia que le recorrió el cuerpo haciéndola estremecerse ligeramente.
-Eso no es cierto, ¿Lo sabes verdad?.- Noah bajó la mirada asintiendo otra vez pero con más lentitud- Escucha, nada de lo que el abuelo dice es cierto.
-Tú, tus hermanas y Jennie son lo más importante para mí y eso no va a cambiar. Los amo a todos por igual que eso no te quepa duda ¿Me oyes, hijo?
-Sí.- Contestó el pelinegro antes de abrazarse con fuerza a su madre- Te extrañe mamá.
-También yo campeón. Mucho.- Respondió ella besando la frente del niño.
-Por qué el abuelo Richard dice todas esas cosas si no son ciertas?
-Tu abuelo y yo no tenemos una buena relación Noah. Quiere que ustedes vivan con él y la abuela, pero eso no es posible porque ustedes deben estar conmigo ¿Lo entiendes?
-De acuerdo.- Murmuró el niño por lo bajo- Me gusta estar aquí. Me gusta nuestra nueva familia.
-A mí también me gusta.- Lisa sonrió ampliamente ante las palabras de su hijo.