-¿Puedo saber por que estas enviando flores?.- Preguntó Jisoo a la rubia quien daba vueltas por la tienda buscando el mejor arreglo floral del lugar- ¿Es el cumpleaños de tu madre?
-No precisamente.- Contestó la ojiverde sin girarse a ver a su amiga-Se trata más bien de.....Jennie.
-Sigo sin comprender, creí que no querías compromisos con ninguna chica luego de lo de Alice.- La mujer pelinegra lucía confundida por el actuar de la neurocirujana.
-Y no he cambiado de opinión.- Lisa se detuvo para intentar explicarse- Es más bien una forma de disculparme por comportarme como una verdadera cretina con ella.
Jisoo le vio de forma sospechosa sin terminar de creerse el discurso que le había dado pero sin querer ir más allá con su curiosidad. Sabía muy bien lo difícil que había sido para la cirujana la muerte de su esposa y cuento le había costado acostumbrarse a la ausencia de esta, pero también conocía demasiado bien a su amiga como para notar que aquella residente de cirugía provocaba algo distinto en ella. Quizás fuese Jennie quien lograría despertar el interés por el amor de regreso en Lalisa Manoban.
-¿Quién es Jennie?.- Noah, quien hasta ese entonces se había dedicado a curiosear por el lugar junto a su hermana se detuvo junto a su madre.
-Pues.....una compañera de trabajo.- Respondió la neurocirujana de inmediato.
-¿Es la doctora que curó mi herida?.- Piper no tardó en seguir a su hermano para no perder pie a la conversación.
-Sí cariño.
-Ella es agradable y muy bonita.- Aseguró la niña esta vez dirigiéndose principalmente a su hermano quien asintió.
-Bueno, creo que ya le agrada a los niños. Tal vez debas agregar chocolates a tus flores de disculpa.- Bromeó la cirujana cardiotorácica.
La ojiverde acabó enviando un gran ramo de rosas blancas al departamento de la castaña con una nota en la que pedía disculpas por resultar ser una completa gilipollas la mayoría del tiempo.
Junto a su amiga y los niños condujo de regreso a casa, todo era risas dentro de su camioneta pero la suya cesó en cuando notó aquel auto aparcado frente a la casa y al hombre de pie junto a éste.
-El abuelo Richard.- Dijo Piper.
-¿Qué demonios está haciendo aquí?.- Gruñó mientras se detenía frente al garaje.
-Lisa....- Jisoo intentó detenerla pero ella ya se había bajado más que rápido del vehículo.
-Hasta que aparecen.- Dijo el hombre de impecable traje.
-¿Qué haces aquí?
-Creo que tengo derecho de visitar a mis nietos ¿No crees?.- Lisa sintió a los niños acercarse a sus espaldas y se giró para ver a la otra cirujana.
-Llévalos a dentro Chu.- Ordenó con voz firme.
-¿Por qué la prisa? Traje regalos chicos.
Los ojos de ambos niños se iluminaron y Richard sacó dos paquetes del interior del coche para tendérselos. Ambos miraron a Lisa fugazmente en busca de aprobación recibir los obsequios que su abuelo les tendía y ésta sólo asintió sin quedarle más remedio.
-Gracias.- Susurraron al unísono antes de retroceder.
-Esperen dentro ¿Sí?.- Asintieron para luego seguir a Jisoo hasta el interior de la casa- ¿Que sigue ahora? Digo, no es la primera vez que haces esto. Conozco tu jugada Richard, la visita inesperada, los obsequios y ahora vendrá la charla dirigida a mi ¿No es así?