Lisa buscaba casi con desesperación la mirada de la morena frente a ella poniendo ojos de cachorro regañado, pero Jennie sólo se dedicaba a ver el magullado rostro de al neurocirujana concentrándose en hacer la curaciones necesarias.
-Nini.....- Susurró la ojiverde, pero fue interrumpida de inmediato.
-Cierra la boca Lisa. Estoy demasiado molesta justo ahora.-Gruñó la castaña tomando un trozo de gasa y presionó sin gentileza el labio inferior de la titular.
-iJoder, eso duele!.- Se quejó la rubia apartando ligeramente el rostro hacia atrás mientras hacía una mueca.
-¿Y cómo no quieres que te duela si tienes el rostro completamente destruido?.- Esta vez fue el turno de Lisa para rodar los ojos ante la exageración de la morena.
-Creo que estás exagerando bebé.
-¿Lo estoy?.- Preguntó con al de indignación- Tienes dos puntos en tu ceja izquierda, el pómulo azul verdoso, el labio partido y por si fuera poco estuviste a punto de fracturar tu mano de millones de dólares por romperle la nariz a Kai. Así que no creo que esté exagerando.
La neurocirujana permaneció en silencio luego esas palabras y echó un vistazo a su mano derecha la cual no lucia muy bien pues estaba hinchada, con los nudillos magullados y hasta algo amoratada. Hizo una mueca sintiendo nuevamente aquel ardor en su labio, pero esta vez decidió permanecer en silencio viendo a la chica frente a ella quien seguía sin dirigirle la mirada.
-Lo siento.- No lo pudo soportar más y se disculpó minutos después- Siento haberlo golpeado.
-No. No lo haces.- Dijo Jennie con seguridad.
-Esta bien. No lo siento, pero si siento haberte hecho enfadar.- La castaña dejó de prestarle atención a las heridas en su rostro y la miró a los ojos soltando un suspiro rendido.
-No puedes ir por allí golpeando a la gente.
-Lo sé, y juro que no lo hubiese hecho de no ser por su comentario acerca de ti.- La molestia regresó a la ojiverde al recordarlo.
-No importa lo que puedan decir de nosotras mientras ambas tengamos muy claro lo que es y cómo es la otra.- Dijo Jennie.
La mirada dura que le había estado dirigiendo a Lisa desde que habían entrado en aquella consulta cambio por una más compresiva mientras acariciaba con suavidad la mejilla que no estaba magullada. La neurocirujana quería besarla, pero fue detenida en seco mientras la castaña señalaba su labio.
-Creo que no es una buena idea.- Rió la residente mientras tomaba todo lo que había utilizado para curar las heridas de la rubia y poniéndose de pie para devolver a su lugar.
-¿Puedes llevarme a casa? No creo poder conducir con mi mano en este estado.
-¿Me dejarás conducir tu camioneta?.- Jennie estaba algo sorprendida.
-No hagas que me arrepienta y le pida a Jerry que me lleve.- Se quejó la ojiverde poniéndose de pie y siguiendo a la morena hasta el exterior de aquella consulta.
Ninguna de las dos vestía el uniforme del hospital pues Lisa se había cambiado dispuesta a irse luego de recibir un sermón por parte de un enfadado BamBam, y Jennie estaba a punto de marcharse cuando los rumores de la pelea habían llegado a sus oídos. Todo permaneció en silencio dentro del vehículo mientras la castaña conducía y Lisa se había limitado a mirarla durante todo el trayecto. Una sonrisa se formó en su rostro al notar la expresión de concentración en el rostro de la morena quien mantenía la mirada fija el las calles de Miami sin siquiera percatarse de que era observaba por la mujer junto a ella. La ojiverde se tomó el tiempo de detallar cada parte del rostro de la castaña, desde la linea de su mandíbula hasta sus perfectas pestañas las cuales se agitaban cada vez que Jennie cerraba sus ojos por fracción de segundo.