Un año y unos meses después.....
-Jisoo insiste en querer mudarse conmigo. Siento que estamos formalizando demasiado las cosas ¿No lo crees?-Rosé se dio la vuelta mientras revolvía su café con una cuchara y se sentaba frente a Jennie en la sala de titulares. Ésta tenía la mirada perdida en un punto fijo y claramente no estaba prestándole atención a las palabras que su amiga parloteaba.
-¿Jen?.- La rubia agitó una mano frente a su rostro- ¿Estás aquí?
-Tengo un atraso.- Soltó de inmediato dejando a la cirujana con la boca abierta.
-Espera ¿Hablas en serio?.- La pediatra asintió repetidas veces removiéndose en su silla- ¿Cuánto?
-No lo sé. Una semana o tal vez dos, el punto es que siempre he sido muy regular. Siempre.
-Okay, no hay que entrar en pánico.- Intentó calmarla su amiga- ¿Un test o una prueba de sangre?
-¿Cómo me practicare la prueba sin que nadie lo descubra?
-Yo me encargo de eso. Sólo debemos sacarte un poco de sangre y el resto es pan comido.
Rosé de puso de pie y caminó a la salida esperando a que la castaña la siguiera, pero al parecer su amiga no había entendido el mensaje.
-Oh ¿Ahora?.- La rubia rodó los ojos.
-Mueve tú culo Kim.
Se escabulleron a hurtadillas por todo el hospital hasta que lograron su cometido, Jennie estaba sentada en una camilla con su mirada fija en un reloj que colgaba de la pared mientras Rosé extraía sangre de su brazo.
-¿Qué pasará si lo estoy?.- Preguntó de improviso la morena aún viendo hacia el reloj.
-Pues se lo dices a la sexy Manoban o puedo ayudarte a escapar del país. Tal vez te guste regresar a Corea.- Bromeó la rubia mientras ponía una pequeña gasa en el brazo de su amiga y se quitaba los guantes de látex lanzándolos a una papelera
-¿Quieres que ella quiera esto conmigo? Quiero decir, ya formó una familia una vez ¿No? ¿Por qué hacerlo de nuevo?
-Porque te ama Jen. Ahora vete de aquí, despeja tu mente y yo te buscaré en cuanto tenga los resultados ¿De acuerdo?.- La castaña sólo asintió y dejó la consulta.
Con la mirada clavada en los números del ascensor y dando suaves golpes contra el piso con su pie, la morena esperaba pacientemente a llegar a su a la tercera planta. Pero antes de llegar hasta el piso deseado el elevador se detuvo y las puertas se abrieron mostrando a la ojiverde quien sonrió de inmediato para adentrarse y aguardar casi con desesperación a que el elevador se pusiese en marcha otra vez para abalanzarse contra la castaña y besarla.
-Pero que recibimiento.- Bromeó la morena riendo contra los labios de la neurocirujana.
-Te extrañé ayer por la noche.
-Lo sé, pero era tu noche con los niños y no quería interrumpir.- Se explicó apartándose de ella al notar que ya casi llegaba a su destino.
-A ellos les encanta pasar tiempo contigo.
Jennie sonrió mientras ambas salían del elevador para comenzar a caminar por los pasillos, la morena miró a su novia de reojo y se preguntó mentalmente si debía arriesgarse en aquel momento.
-¿Quieres tener más hijos?.- Preguntó de golpe sorprendiendo a la titular quien se detuvo para verla con una medio sonrisa algo confusa.
-Yo....No.....Es decir....- Balbuceó la rubia- Sí, claro que me gustaría pero ¿Ahora?